El Comité de Competición decidió mantener la tarjeta amarilla que vio Conan Ledesma en el partido contra el Mallorca en la polémica jugada que terminó en penalti. El Cádiz presentó alegaciones y una prueba videográfica para demostrar que la intención de Conan era simplemente despejar el balón y no cometer falta sobre Ángel.
El Comité de Competición explica que "para atacar la veracidad de las decisiones consignadas en el acta arbitral, el recurrente debe proporcionar al órgano disciplinario pruebas adecuadas y suficientes para demostrar la existencia de 'un error material manifiesto’”.
Es por ello que "no concurre a juicio de este Comité ninguno de estos supuestos en el caso que nos ocupa, puesto que de forma patente de las imágenes aportadas se aprecia: la existencia de contacto físico patente entre los dos jugadores en el lance de juego, con caída al campo del adversario”.
Así que el Comité no puede “considerar desvirtuada la presunción de veracidad del acta, siendo en todo caso la apreciación de si concurre o no una acción punible o si la misma puede ser considerada como amonestación cuestiones en las que el criterio técnico del colegiado no puede ser sustituido por el muy respetable sostenido por el club alegante o por elque pudiera tener el propio Comité".