Las Fallas son también sinónimo de buñuelos, churros y chocolate. Estos días, las calles de Valencia se llenan de puestos destinados a la venta de masas fritas. Ya el año pasado, los precios de estos productos experimentaron un sensible aumento. Para este año, el gremio ha querido hacer un esfuerzo para evitar un nuevo incremento.
Son 134 los puestos de venta de churros, buñuelos y porras que han abierto ya sus puertas en las calles de Valencia. Y es que en Fallas es tradición tomar este tipo de productos mientras visitamos los monumentos.
Pero en los dos últimos años, hacerlo es bastante más caro. El aumento del precio de la materias primas ha hecho que estos productos hayan aumentado sensiblemente su precio. Hoy, tomarse unos churros o unos buñuelos puede costarnos el doble que antes de la pandemia.
Pero no solo eso, también los sueldos han tenido que subir. A pesar de todo, los churreros aseguran que están haciendo un esfuerzo para mantener unos precios asequibles intentando evitar nuevos incrementos de precio.