El Patronato de la Alhambra y Generalife, dependiente de la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte, ha adjudicado la redacción de proyecto, dirección facultativa y coordinación en materia de seguridad y salud para la Fase II del Maristán a la UTE Diego Garzón Osuna-Fresneda & Zamora Arquitectura S.R.L., según ha informado el director general de la Alhambra, Rodrigo Ruiz-Jiménez Carrera.

El consejero de Turismo, Cultura y Deporte, Arturo Bernal, ha señalado "la trascendencia de recuperar una edificación que data del siglo XIV y supone un testimonio excepcional, uno de los escasos vestigios de un hospital de Al-Ándalus del que se tiene información relevante". La intervención dotará de unidad al entorno de la Alhambra, ya que el Maristán se encuentra ubicado a los pies del palacio, en el bajo Albaicín, según una nota de prensa enviada por la Consejería.

Por su parte, Ruiz-Jiménez ha destacado que "la empresa adjudicataria está integrada por un equipo pluridisciplinar de expertos que formaron parte de la Fase I. Cuando el proyecto, que supera los 300.000 euros de inversión, esté redactado y aprobado se convocará el concurso para la ejecución de la obra correspondiente".

El proyecto, cuya redacción ya se ha iniciado, contempla como objetivo principal la recuperación de la visión del antiguo hospital nazarí, con una estructura porticada en torno a un patio rectangular provisto de una alberca de grandes dimensiones. Una vez finalizada la obra se percibirá el papel protagonista de esta edificación en la trama urbana que tiene como hitos de época medieval más próximos el Bañuelo, el Puente del Cadí y la casa de Zafra.

En concreto, en la Fase II está prevista la construcción de los tres laterales que faltan, creando una estructura porticada en planta baja y alta que recupere la escala del inmueble original y, sobre todo, la disposición envolvente del patio para que se entienda como una edificación completa. Los ritmos, altura de dos plantas y características fundamentales serán los mismos, pero deberán diferenciarse claramente del pórtico sur mediante la elección de los materiales adecuados ya que se interviene en la época actual.

Por otra parte, la alberca se recuperará funcionalmente dotándola de agua. Los leones surtidores serán una réplica diferenciada de los originales que se conservan en el Museo de la Alhambra, ya que no pueden trasladarse al Maristán por motivos de conservación.

La obra se llevará a cabo con un exhaustivo registro arqueológico de forma que se aporte el máximo conocimiento de la estructura subyacente. La edificación recuperada en la Fase II permitirá un recorrido de los restos aflorados del edificio nazarí primitivo y algún otro de la época de la Casa de la Moneda, al igual que ha sucedido en la recuperación del pórtico sur.

También dispondrá de recursos expositivos de carácter virtual para reconocer los usos del enclave, sobre todo la práctica de la medicina y la atención hospitalaria que se ejercía en época medieval y en el comienzo de la Edad Moderna.