El Ayuntamiento de Granada ha formalizado el contrato para la eliminación de antenas, conductores aéreos y cableado adosados a fachadas en las 23 calles y placetas del barrio histórico del Albaicín que componen la ruta turística de 'Los Miradores', que se desarrolla entre Plaza Nueva y el Mirador de San Nicolás. El objetivo de la actuación es acabar con el gran impacto visual que generan estos cables en una de las zonas más turísticas de la ciudad.
La intervención, que ha sido adjudicada a la empresa Construcciones Glesa, S.A. por un importe total de 1,6 millones de euros, tiene un plazo de ejecución de diez meses y se financia con cargo a los fondos del Plan Alhambra afectando a buena parte de este barrio morisco declarado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad.
Las obras, que al afectar a un entorno BIC han requerido el visto bueno de la Comisión Provincial de Patrimonio, contemplan la ejecución de nuevas canalizaciones de servicios que se soterrarán a lo largo del ámbito de intervención, la eliminación de los tendidos aéreos y la sustitución de las antenas de televisión por otras cuyo tamaño se reducirá hasta en un 90 por ciento para rebajar el impacto visual de estos dispositivos.
El proyecto también prevé la sustitución de cristales rotos en las farolas, que serán pintadas de nuevo. El conjunto de la intervención obligará a levantar el pavimento de unos 900 metros de calles en toda su anchura. Su renovación, tras realizar las canalizaciones necesarias para soterrar parte del cableado aéreo que actualmente discurre por las fachadas o que cruza las calles, se realizará con empedrado artístico granadino al objeto de destacar la singularidad del casco histórico, según se precisa en los pliegos técnicos, consultados por Europa Press.
La Comisión de Patrimonio ha solicitado que se contemplen unas barandillas más ligeras que las que recoge el proyecto. Concretamente, ha solicitado que en aquellas ubicaciones en que este elemento no tengan como finalidad evitar las caídas, las barandillas se anclen a la pared como un elemento de agarre colocando un único pasamanos ligero, con el objetivo de que pase lo más desapercibido posible. De este modo, se pretende conciliar la necesaria mejora de la accesibilidad en este barrio con una integración patrimonial más adecuada en estos espacios.