Simultáneamente los activistas de AI han encendido las torres y atalayas de las costas del Mediterráneo
Los activistas de la sección granadina de la organización de derechos humanos, Amnistía Internacional, han encendido el Farillo de Calahonda simultáneamente junto con otras torres y atalayas de 150 localidades del Mediterráneo. La acción se enmarca dentro de una campaña para sensibilizar sobre la situación de las personas migrantes.
En el acto simbólico han reivindicado la urgencia de promover un enfoque de la gestión de la migración que respete los derechos humanos, "donde ocupe un lugar central la protección de las vidas de las personas migrantes y refugiadas, garantizando vías legales y seguras, rechazando los acuerdos de cooperación, las políticas y las prácticas que tengan como resultado o toleren la privación arbitraria de la vida de estas personas".
En el acto se guardó un minuto de silencio por las personas migrantes que mueren en su intento de alcanzar una vida mejor y se leyó el poema de Javier Gallego "Como si no hubieran sido".