El equipo granadino enlaza tres derrotas seguidas y sigue al borde de los puestos de descenso
Un triple desde nueve metros del letón Marcis Steinbergs a falta de un segundo para el final permitió al Baxi Manresa lograr su tercera victoria consecutiva para consagrarse en la zona medio-alta de la clasificación al superar este domingo por 93-94 al Covirán Granada, que enlaza tres derrotas seguidas y sigue al borde de los puestos de descenso.
El equipo visitante empezó el partido muy enchufado y muy acertado en ataque (11-18, m.6 tras parcial 2-10), estando los primeros nueve minutos sin fallar ningún tiro de campo.
La aportación de Pere Tomás mejoró a los locales, que lograron minimizar daños al final del primer cuarto (22-25) gracias a un par de pérdidas de balón seguidas de los visitantes y a sus dos primeros errores en los lanzamientos en juego.
El estadounidense Brandon Taylor mantuvo la hegemonía del Baxi Manresa en el segundo cuarto (26-30, m.13), aunque la lucidez ofensiva del Covirán Granada, con el brasileño Cristiano Felicio al mando, le permitió tomar la delantera de nuevo en el marcador (35-33, m.15 tras un parcial de 7-0).
El equipo dirigido por Pedro Martínez perdió brillantez en ataque, excepto Taylor, y los locales lo aprovecharon para llegar con ventaja al descanso (49-45) con gran dirección de los bases Lluis Costa y el francés Jonathan Rousselle.
La tónica se mantuvo en un tercer cuarto que fue tremendamente igualado (57-53, m.25), con los visitantes viviendo del rebote ofensivo y de los puntos del estadounidense Debin Robinson.
El partido entró 69-67 en el acto final, que empezó con un parcial de 6-0 para los locales (75-67, m.32), aunque otro tanteo visitante de 0-6 mantuvo las espadas en todo lo alto (77-75, m.35).
Los dos equipos se mostraron acertados en un igualado y emocionante final de partido, con Dani Pérez tirando del carro en los visitantes en los momentos más cruciales y con un impresionante triple de Steinbergs desde nueve metros a falta de un segundo para el final para dar la victoria a los suyos cuando los locales ya la acariciaban.