El entrenador del Barcelona, Xavi Hernández, espera un Nápoles "valiente" en el partido de vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones y pidió que el Estadio Olímpico Lluís Companys sea este martes "una olla a presión", porque el equipo se encuentra "a un paso de volver a estar entre los ocho mejores de Europa".
"Espero un Nápoles valiente, que jugará desde atrás y que presionará alto. Puede ser un partido bonito para el espectáculo, no especulan. Tienen un gran nivel individual. Será un partido grande y tocará competirlo de la mejor manera posible", añadió el preparador catalán.
Xavi recordó que el de mañana "es el partido más importante" para su equipo en lo que va de temporada: "Estamos preparados e ilusionados. Haría cuatro años que no llegamos a los cuartos de final. Estamos a un paso de volver a estar entre los ocho mejores equipos de Europa. Es una gran oportunidad".
Y por eso, pidió a sus jugadores "competir sin miedo", porque en su opinión "el miedo no aporta nada", y a la afición culé que convierta Montjuïc "en una olla a presión" y "se parezca al Camp Nou".
"Mañana no soy el importante, lo es el club. Yo tengo fecha de caducidad. Es el momento de estar unidos. Con la unión del barcelonismo, con el campo lleno, toca vivir otra noche mágica", subrayó.
Y es que el factor ambiental, según el entrenador del Barcelona, podría decantar una eliminatoria que está "al cincuenta por ciento" y que incluso se podría decidir en la tanda de penaltis.
"Hemos trabajado cualquier escenario que pensamos que puede ocurrir mañana", respondió Xavi cuando fue preguntado por esa posibilidad, antes de volver a reivindicar el nivel futbolístico del rival.
"Los tres de arriba tienen mucha calidad. No pasan por su mejor momento, pero siguen siendo los vigentes campeones de la Serie A. Con el cambio de entrenador (Francesco Calzona), se les ven más a gusto y dinámicos", analizó Xavi, quien destacó por encima de todos al centrocampista eslovaco Stanislav Lobotka.
"Me gusta a nivel de construcción de juego, no pierde ningún balón. Me gustaría verlo en un club como el Barça. Marca mucho la diferencia para el Nápoles", concluyó.
Hacer "un partido parecido al de la ida, pero siendo más contundentes en las áreas" es el objetivo, según el técnico del conjunto azulgrana, para quien la necesidad de ganar no debe cambiar "la idea, el sistema o la filosofía" de juego de su equipo: "Mañana, especialmente en Champions, tenemos que mostrar nuestra personalidad e identidad".