La nueva ministra portuguesa de Medio Ambiente y Energía, Maria da Graça Carvalho, ha desmentido durante la reciente Feria del Alentejo (Ovibeja) la recepción en su Departamento de una carta que le habría enviado su homóloga española, Teresa Ribera, para abrir una negociación sobre las extracciones de agua que España realiza en el río Guadiana mediante la estación de bombeo de Bocachanza, una captación que el Ejecutivo luso considera ilegal y no acorde al convenio de Albufeira que regula el uso de los ríos transfronterizos. En Portugal se cree que el tema de Bocachanza esconde la intención de plantear un trasvase desde la macropresa de Alqueva a Huelva.
La subdelegada del Gobierno en Huelva, María José Rico, concedió a finales del pasado mes de abril una entrevista a Viva Huelva en la que afirmó que desde el Ministerio español para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) se había enviado 15 días antes una carta al nuevo Gobierno de Portugal y que en breve se iba a mantener una reunión entre ambos Ejecutivos ibéricos (estando representado el español por el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán) para "activar otra vez el Bocachanza".
La subdelegada insistió en que es una promesa que se hizo a los regantes y “lo van a tener”. Además, aseguró que “con todo el agua que ha caído, la salinidad ha ido despejándose”.
Rico confía en que se llegue a un acuerdo en esa reunión bilateral, ya que “pese a que han cambiado los interlocutores, parece -aseveró- que hay buena sintonía, con lo cual el Bocachanza también va a dar un respiro”.
REACCIÓN EN PORTUGAL
El diario portugués Publico, siempre atento a la ‘cuestión del agua’ en la Península Ibérica, tomó buena nota de las declaraciones de la subdelegada del Gobierno en Huelva y aprovechó la posterior celebración en Beja de la XL Feria del Alentejo (Ovibeja), que inauguró el nuevo primer ministro luso, Luis Montenegro, para preguntarle al respecto a la titular de Medio Ambiente y Energía, Maria da Graça Carvalho.
La ministra aseguró que no había recibido la carta a la que se refirió María José Rico, si bien anunció que delegaciones de los dos Ministerios de Medio Ambiente se reunirán próximamente "para discutir sobre otros temas", sin precisar de cuáles se tratará.
En Portugal se piensa que el Gobierno de España acabará poniendo sobre la mesa, más pronto que tarde, una petición de trasvase de agua a Huelva desde la macro presa portuguesa de Alqueva. En este sentido, el diario Publico ha hecho un recuento de las demandas de los agricultores españoles al Gobierno central y recordado que ya en 2016 la ministra Isabel García Tejerina rechazó una de estas solicitudes de trasvase con el argumento de que una medida de ese tipo no está contemplada en el Plan Hidrológico de la cuenca del Tinto-Odiel-Piedras.
EL GUADIANA
Según Publico, la captación por parte de España de agua del río Guadiana en el punto denominado Bocachanza sigue manteniéndose en una situación de ambigüedad desde principios del siglo XXI. La tesis del rotativo luso es que con su exigencia de agua de la presa de Alqueva las autoridades españolas, a través de la Junta de Andalucía y de la Confederación Hidrográfica del Guadiana, sólo pretenden formalizar el uso del agua extraída durante los dos últimos decenios "de forma sistemática y constante mediante bombeos".
"El sistema de captación -añade el periódico portugués- permanece en funcionamiento ininterrumpidamente cuando la marea está baja. Cuando sube, el agua salada penetra por el río Guadiana hasta Mértola e impide su captación en Huelva".
Y recuerdan también al otro lado de la raya que la Junta de Andalucía aprobó en 2023 una inversión para incrementar la capacidad de bombeo de dicha estación, que data de los años 90.
Esa infraestructura hidráulica tiene, según los cálculos portugueses, una capacidad para bombear 63 hm3 de agua, un volumen considerado insuficiente para mitigar la sequía que sufre la provincia de Huelva, por lo que la solución adoptada consiste en añadir una capacidad de 12 hm3/año suplementarios hasta alcanzar los 75, según ha destacado la Junta de Andalucía en su plan de emergencia para esta cuenca hidrológica provincial onubense.
La Agencia Portuguesa de Medio Ambiente ya confirmó a Publico el año pasado que el Gobierno del país vecino no aprueba los bombeos españoles desde Bocachanza, en el río Guadiana, y que estima que esa estación debió dejar de funcionar en 2003, tras la inauguración de la presa del Andévalo.
Según el Ejecutivo luso, la estación de Bocachanza aún tiene oficialmente un carácter provisional y su funcionamiento definitivo no ha sido aprobado por Lisboa.
GUERRA POR EL AGUA
Publico también recuerda que desde la presa de Alqueva ya se suministra agua desde enero de 2023 para el riego de 500 hectáreas en el municipio de Villanueva del Fresno (Badajoz), tras un acuerdo aprobado en el marco del Convenio de Albufeira.
Sin embargo, el órgano supervisor del acuerdo bilateral mantiene congelada desde hace más de cinco años una petición del municipio de Olivenza, también en la provincia de Badajoz, para captar 12 hm3 de Alqueva y poder así regar 1.712 hectáreas de árboles frutales y de olivar súperintensivo.
En Portugal se avisa del riesgo de que la demanda de agua desde la presa de Alqueva por parte de la Junta de Andalucía podría ser impugnada por los Gobiernos autónomos de Castilla-La Mancha y Extremadura, cuyas regiones sufren restricciones en el tramo español del Guadiana para garantizar al país vecino los volúmenes comprometidos en el Convenio de Albufeira.
De aprobarse el trasvase desde Alqueva pedido por la Junta y el Parlamento de Andalucía, los regantes de Castilla-La Mancha y Extremadura se verían ante la paradoja -asevera Publico- de que el agua que ellos ahorran acabaría destinándose a actividades agrícolas, turísticas y mineras en la provincia de Huelva.