La escuela de verano de la Asociación de Personas con Discapacidad de Rota (APDIR) clausura su actividad durante la estación estival en un emotivo y jovial evento. Diplomas, visionado de vídeos, intervenciones de monitores y alumnos, un rato de convivencia y muchos momentos que refrendan esta iniciativa. Los participantes lo tenían claro al compartir un sentir general: "el año que viene volveremos".
La escuela de verano ha supuesto un desahogo para familias y un vínculo para los que han participado. Una iniciativa que retomaba su actividad tras el letargo ocasionado por la pandemia de COVID-19. La Diputación de Cádiz ha sido la entidad encargada en hacer realidad la recuperación de esta escuela con su promoción íntegra en un desembolso de más de 7.000 euros.
La diputada de Servicios Sociales, Familias e Igualdad de la Diputación de Cádiz, Paula Conesa, estuvo presente junto a sus compañeras de partido y concejales en Rota (Auxiliadora Izquierdo y Macarena Lorente). Conesa mostró su gratitud ante APDIR por la realización de esta escuela de verano que es para los niños y que busca garantizar la mejoría de su nivel de vida. Conesa insistió en que las instituciones son trabajadas por y para las personas al manifestar su apoyo ante esta escuela de verana la cual espera retomar en una nueva edición para la siguiente estación estival.
Antes de la intervención de Paula Conesa se mostró el visionado de un vídeo en el que se recogían una muestra de lo que se ha hecho durante el verano, aunque "quedaron fuera muchos bailes, lágrimas, risas y actividades" como indican desde la asociación. Visitas a la Escuela de vela, Jardín Botánico, playa, así como la introducción en la gastronomía y cocina y muchas más muestras de lo realizado. Han sido unos meses en los que se ha trabajado arduamente con la intención de mejorar la vida de los inscritos como menciona una de las monitoras, quien agradeció a su equipo su calidad humana y trabajo que tan necesario son para llevar a cabo estas iniciativas.
Tras las intervenciones de la representante de la Asociación y Diputación llegó el momento de la entrega de diplomas, donde se dio la oportunidad de participar con unas palabras a cada uno de los participantes de la escuela. No todos quisieron compartir sus palabras, pero quienes lo hicieron manifestaron su gratitud y cariño a todos los que han hecho posible esta vuelta de la escuela de verano de APDIR.
Finalmente, tocó un momento de convivencia para clausurar como corresponde una actividad que volvió este verano con la intención de mantenerse en el tiempo. O al menos esa ha sido el parecer generalizado de los allí presentes.
