Una excavación arqueológica en Alhaurín de la Torre ha revelado hallazgos que confirman la relación de un antiguo poblado indígena con la ciudad fenicia de Cerro del Villar. El yacimiento, situado entre la urbanización Taralpe y la carretera A-404, muestra vínculos culturales y comerciales entre ambas poblaciones, a solo 12 kilómetros de distancia. Este descubrimiento forma parte de un proyecto impulsado por el Ayuntamiento para resaltar la historia local.

El arqueólogo José Antonio Santamaría ha destacado la relevancia del yacimiento, uno de los más importantes del municipio, y su conexión con la civilización fenicia. Entre los descubrimientos más significativos se encuentra un muro que refleja la influencia de la arquitectura fenicia, y una abundante colección de cerámica, el 20% de torno, asociada a intercambios comerciales con los fenicios. Además, se hallaron restos de conchas utilizadas con fines simbólicos o rituales, lo que sugiere un uso más allá de lo decorativo.

Uno de los hallazgos más sorprendentes es una estela de piedra con relieves que representan una figura femenina, posiblemente la diosa fenicia Astarté. Este objeto, catalogado como el más importante encontrado en las tres campañas realizadas, podría haber tenido un uso cultural o religioso. Aunque el lugar original de la estela no ha sido identificado, su descubrimiento arroja luz sobre las prácticas y creencias de la comunidad que habitó la zona.

El proyecto, financiado por la Concejalía de Patrimonio Histórico-Artístico y otras áreas municipales, ha contado con la colaboración de expertos en arqueología y prehistoria, como Primitiva Bueno Ramírez y Rodrigo de Balbín Behrmann. Estos especialistas han examinado la estela y aportado conocimientos clave sobre los orígenes y el significado de los hallazgos, apoyando la teoría de la continuidad cultural en la región a lo largo del tiempo.

Los hallazgos sugieren que la influencia fenicia en el delta del Guadalhorce fue significativa y se extendió mucho más allá de sus asentamientos conocidos. La excavación pone en valor un patrimonio que sigue revelando secretos sobre las antiguas civilizaciones que habitaron la zona y refuerza la importancia de Alhaurín de la Torre como un punto clave en la historia antigua de la región.