El régimen del mutualismo alternativo existe para diversos colectivos de profesionales autónomos desde el año 1995, si bien las mutualidades eran las responsables de la protección social de sus colectivos desde mucho antes, especialmente desde que muchos de ellos fueran excluidos en la implantación del Régimen de Autónomos en 1970.
Hoy son ocho las Mutualidades de Previsión Social las autorizadas por la Dirección de Ordenación de la Seguridad Social como alternativa al actual Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA): Mutualidad de la Abogacía, Hermandad Nacional de Arquitectos, Arquitectos Técnicos y Químicos (hna), Mutual Médica, Mutualidad de Procuradores, Mutualidad de Ingenieros Técnicos Industriales, Mutualidad de Gestores Administrativos, Alter Mutua y Mutualitat dels Enginyers.
La alternativa al RETA que representan las mutualidades profesionales se ha consolidado como un modelo eficaz para garantizar una opción justa y eficiente a la hora de la jubilación de sus integrantes, según un análisis del Instituto Coordenadas. En el marco del debate sobre la sostenibilidad de las pensiones, cabe destacar que se trata de un sector con una ratio de solvencia superior a la de las compañías aseguradoras que cuenta con un sistema de capitalización individual, transparente y documentado. La ausencia de ánimo de lucro y autogestión permiten diseñar prestaciones más flexibles y adaptadas a las necesidades concretas de sus colectivos, como publica Servimedia.
Desde hace unos meses, un grupo minoritario, integrado por abogados y procuradores, reclaman una llamada “pasarela” al RETA, en unas condiciones que podrían acabar afectando a la totalidad de las mutualidades, a todos los profesionales que tienen el beneficio de la alternatividad y a las generaciones futuras que podrían ver suprimido este derecho de elegir cotizar en su mutualidad. Pide que no se tengan en cuenta la cuantía de sus cotizaciones para el cálculo de su pensión si no solo los años en los que realizaron, alejándose así de las exigencias que la Seguridad Social impone a todos sus cotizantes.
Esta petición ha sido analizada por el Instituto Coordenadas. Tras este trabajo de análisis, el vicepresidente del Instituto Coordenadas, Jesús Sánchez Lambás, considera que “la denominada “pasarela” al RETA debe arbitrar un modelo justo, basado en la voluntariedad y en el importe del fondo que cada mutualista tenga en su mutualidad para asegurar una transición cohesionada, que no perjudique un sistema que viene funcionando con éxito”.
Según el informe del Instituto de Coordenadas, habría que apostar por la colaboración con los sistemas públicos para mejorar la problemática de las pensiones y avanzar con los mejores sistemas de previsión para los profesionales. Defiende, asimismo, la alternatividad como un sistema que funciona y opta de un convenio especial para integrarse en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos que debe estar sustentado en la decisión individual de cada mutualista. También consideran que se han de respetar las situaciones de vulnerabilidad para evitar injusticias con los ya cotizantes del sistema público.