Los bombardeos de Israel contra zonas de Beirut y Gaza han continuado este miércoles a pesar de los llamamientos de la comunidad internacional a un cese en las hostilidades y en medio de las nuevas amenazas mutuas entre Israel e Irán que podrían escalar la tensión.
El Ejército israelí confirmó este miércoles que sigue bombardeando "objetivos terroristas" de Hizbulá en Beirut, después de que ordenase a los residentes de un barrio del extrarradio sur de la ciudad, conocido como el Dahye, que se alejen de unas zonas determinadas porque las van a bombardear.
Esta misma noche el Ministerio de Salud libanés informó de que 55 personas murieron y 156 resultaron heridas en el primer día de ofensiva terrestre de Israel en Líbano y en los bombardeos de sus fuerzas en el país vecino.
Las fuerzas de defensa israelíes (IDF) afirmaron también este miércoles que bombardearon una tercera escuela en la franja de Gaza utilizada supuestamente por Hamás, después de que otros dos centros educativos fueran atacados la pasada noche por aviones israelíes, dejando varios muertos.
Así, la ofensiva israelí no se ha detenido tras el ataque lanzado el martes por Irán contra territorio de ese país y los llamamientos internacionales a un cese el fuego para evitar que el conflicto entre Israel y Hamás se convierta en una guerra global.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas se reunirá de emergencia este miércoles para discutir la situación generada en Oriente Medio por estos ataques.
Irán había pedido el sábado una reunión del Consejo, tras la salva de ataques israelíes contra el sur del Líbano y ayer lo hizo por su parte Israel, tras sufrir el ataque iraní.
La convocatoria del Consejo no ha evitado que Israel, a través de sus primer ministro, Benjamín Netanyahu, lanzara nuevas amenazas contra el régimen de Teherán que, según dijo, "cometió un gran error" con el lanzamiento de misiles y "pagará por ello".
"El régimen de Irán no comprende nuestra determinación de defendernos y nuestra determinación de tomar represalias contra nuestros enemigos", aseveró el líder israelí en un comunicado.
El ataque, fue el segundo de Irán contra Israel desde que el pasado mes de abril agrediera por primera vez territorio israelí en otra serie de bombardeos con misiles y drones.
De forma paralela, el Gobierno de Irán avisó a Israel de que si responde al ataque con misiles que ha lanzado este martes, la respuesta que dará "será mucho más severa", pues solo ha usado una pequeña parte de su capacidad de ataque.
En las últimas horas, Teherán dió por finalizado su ataque de ayer que está condicionado por el hecho de que "el Estado Judío "decida incitar a nuevas represalias" ante lo que advirtió que recibirán una dura respuesta.
"Nuestra acción ha concluido a menos que el régimen israelí decida incitar a nuevas represalias", dijo el ministro iraní de Exteriores, Abás Araqchí, en un mensaje en X.
Desde la Casa Blanca, el asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, aseguró que aunque este nuevo ataque iraní contra Israel resultó "ineficaz", se trata de una "escalada significativa" y que tendrá consecuencias, aunque no quiso adelantar ninguna medida hasta evaluar el alcance del ataque con detenimiento y hablar con Israel y sus aliados.
Estados Unidos movilizó su poder militar este martes para ayudar a Israel a interceptar los cerca de 200 misiles lanzados por Irán contra ese país, cuyo impacto sobre el terreno, según las autoridades estadounidenses, fue limitado, pero tendrá consecuencias para Teherán.
El aumento de la tensión en la zona ha generado múltiples reacciones entre la comunidad internacional con llamamientos al cese de las hostilidades para evitar una escalada del conflicto.
Entre las más significativas las de la OTAN, con su nuevo secretario general, el neerlandés Mark Rutte, pidiendo desde su toma de posesión del cargo ayer que concluyan "lo antes posible" las hostilidades en el Líbano, tras la incursión iniciada por Israel.