El origen del nombre de Granada es tan interesante como su historia. Aunque no hay una única teoría definitiva, sí que existen varias posibles versiones:
El legado árabe: "Gárnata"
Durante la dominación musulmana en la península ibérica, la ciudad fue conocida como Gárnata o Ġarnāṭa. Esta denominación aparece por primera vez en textos árabes del siglo IX y es, con mucha probabilidad, el origen directo del nombre actual.
Algunos historiadores creen que 'Gárnata' podría haber significado 'Granada de los judíos' (Gárnata al-Yahud), ya que en esa época existía una importante comunidad judía en la zona. Otros sugieren que el nombre tiene raíces bereberes, ya que muchas tribus del norte de África se asentaron en la ciudad tras la conquista musulmana. La palabra original pudo haberse deformado o adaptado fonéticamente con el paso del tiempo hasta llegar a Granada.
¿Y antes de los árabes?
Antes de la llegada musulmana, en época romana y visigoda, la ciudad principal de la zona no era exactamente donde está hoy Granada, sino una urbe llamada Ilíberis (o Iliberi), situada a unos pocos kilómetros. Con el paso del tiempo y la reorganización del territorio durante la Edad Media, Ilíberis fue perdiendo importancia y Gárnata fue ganando protagonismo hasta convertirse en la capital del reino nazarí y, más tarde, en la Granada que conocemos hoy.
¿Y la fruta? ¿Tiene algo que ver?
Una teoría popular, aunque sin base histórica sólida, sugiere que el nombre proviene de la fruta de la granada (Punica granatum), muy común en la región y símbolo de la ciudad (de hecho, aparece en su escudo). Sin embargo, los lingüistas consideran esta coincidencia más anecdótica que real. Es más probable que la fruta tomara el nombre de la ciudad o que ambas compartan raíces latinas o semíticas relacionadas con la idea de "abundancia" o "semillas agrupadas".