La Guardia Civil rescató la madrugada de este lunes a un grupo de excursionistas, dos mujeres de 50 y 19 años y un hombre de 67, que quedaron en el fondo del Barranco de las Buitreras sin luz, sin ningún tipo de alimento y con ropas inadecuadas y cuya situación era "crítica".
Las tres personas rescatadas, de las cuales sólo una tiene conocimientos en descenso de barrancos, iniciaron la actividad alrededor de las 12.00 horas de este domingo. Se les hizo de noche y al no regresar los familiares llamaron al sistema Emergencias 112 Andalucía, que lo puso en conocimiento de la Guardia Civil.
Así, sobre las 20.00 horas tres componentes de la Unidad de Rescate de Montaña de la Guardia Civil (Ereim) y un miembro de Espeleosocorro Andaluz que se encontraba casualmente por la zona, y dotados de trajes de neopreno, prepararon el descenso con el fin de poder averiguar su estado y situación.
Además del material técnico necesario para el descenso se aprovisionaron de alimentos, agua, prendas de abrigo, mantas térmicas y gel etanol para generar calor, según ha informado el instituto armado en un comunicado.
Una vez se inició el descenso se encontraron que el caudal de agua era muy alto, un hecho que "dificultaba bastante" la tarea de rescate. De hecho, han recordado, el caudal les acechó en algún momento en este barranco, "catalogado como técnicamente difícil y que se ha cobrado varias víctimas".
Las tres personas fueron localizadas a las 01.00 horas en la zona conocida como 'Los bloques'. Se encontraban refugiados en una situación crítica, hallando a una de las mujeres con síntomas de hipotermia, en fase dos, tumbada boca abajo con el cuerpo de la otra mujer encima de ella y en situación similar, ambas en una oquedad de la que les costó salir.
COMPLICACIONES EN EL RESCATE
Entonces, se preparó un 'vicac', es decir, un campamento de circunstancias donde pasar la noche a la intemperie. Así, con un bote de gel etanol se creó una fuente de calor, además se les proporcionó comida, agua y prendas de abrigo.
Una vez se habían repuesto, se iniciaron las labores par el descenso complicándose de nuevo la situación ya que hubo que volver a meterse en el agua, pasar por piedras y nadar grandes distancias. Ante la dificultad de los accidentados para salvar los obstáculos se decidió remolcarlos y sacarlos lo antes posible hasta una zona que hiciesen pie y poder abandonar el agua.
A las 03.00 horas se llegó a una zona estable cerca de la barriada de Colmenar donde esperaban la patrulla de la Guardia Civil de Cortes de la Frontera junto a Protección Civil, Policía Local y Guarda de Montes. Una vez en esta barriada, el Ayuntamiento de Cortes de la Frontera había dispuesto una oficina con calefacción, alimentos líquidos y sólidos, para todo el personal que habían participado en el operativo.