El número de calificaciones por delitos de conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas ha descendido un 13 por ciento en 2011 respecto a 2010, año en el que se realizaron 743 calificaciones frente a las 645 de 2011, según se desprende de la memoria de Seguridad Vial de Huelva relativa al pasado año, a la que ha tenido acceso Europa Press.
Según reza en el documento, el número de calificaciones por conducción temeraria es el mismo del año pasado y asciende a un total de 38, mientras que las calificaciones por negativa a someterse a las pruebas de alcoholemia han ascendido un 60 por ciento.
Tres casos más que en 2010 se han registrado respecto a la conducción sin permiso, alcanzando en 2011 457, de los que 55 episodios fueron protagonizados por menores y la mayoría de ellos por circular sin permiso.
Desde la Fiscalía muestran especial preocupación por la proliferación de conductas que, al intentar eludir los controles de tráfico, caen en una conducción temeraria, cuando no en
conducción con consciente desprecio por la vida de los demás, y atentado, por lo que se propone hacer un seguimiento específico de este tipo de conductas y de la respuesta que se le da.
Igualmente desde la Fiscalía reconocen que los delitos de seguridad vial son una herramienta importante que ayuda a salvar vidas y a crear una mejor convivencia en sociedad, pero la falta de medios materiales y personales tanto en los juzgados como en las fiscalías no contribuyen a conseguir los resultados más óptimos en esta materia.
El Servicio de Seguridad Vial en la Fiscalía de Huelva por el momento se lleva personal y exclusivamente por la actual delegada, con la colaboración puntual de una funcionaria para el despacho de las diligencias informativas y para controlar la cuenta de correo de seguridad vial habilitada por la Junta de Andalucía para esta materia, especialmente en las ausencias de la delegada.
En cuanto al comiso de los vehículos, en la Fiscalía Provincial se viene solicitando el mismo en asuntos graves, especialmente conducciones con consciente desprecio para la vida de los demás o conducciones temerarias, así como en supuestos de multirreincidencia.
No obstante, aseguran que no suele plantear excesivos problemas, llegando incluso a conformidades en el servicio de guardia. El principal escollo resulta, sin duda, el tema de la titularidad del vehículo, con el problema de que en muchas ocasiones te indican que el vehículo está puesto a nombre de otra persona pero que en realidad pertenece al acusado.
