T ras la decisión del equipo de Gobierno de entregar de manera urgente, en febrero de este año, la gestión del agua de consumo urbano y el servicio de recogida de residuos y el punto limpio, a sendas empresas privadas, ha surgido en Cartaya el movimiento ciudadano Cartaya Pública. VIVA ha entrevistado a Luis González, portavoz de esta plataforma vecinal.
¿Cuál es el objetivo de Cartaya Pública?
–El rechazo a la privatización de recursos básicos como el agua y la basura, que sea un servicio público sin ánimo de lucro. Tampoco estamos de acuerdo con la actual empresa pública, de hecho nos parece bien la salida de Giahsa porque no gestiona como empresa pública, no está al servicio de los ciudadanos.
Nuestra principal propuesta es, o bien la municipalización de los servicios, o bien buscar otras alternativas que pasen por una gestión pública real de los servicios, en beneficio de los ciudadanos.
¿Cómo surge esta plataforma?
–Cartaya Pública nace para defender los intereses de los ciudadanos. De hecho, no tendría razón de ser si el equipo de Gobierno hubiese cumplido sus programas electorales y no hubiese engañado a la gente. El PP prometía municipalizar el servicio, y ello, según los estudios que tenía, supondría un ahorro del 20% al ciudadano. ICAR tenía una propuesta parecida. Si hubiesen admitido que iban a privatizar estos servicios muchos ciudadanos no les habrían votado.
¿Qué valoración haces de las campañas de recogida de firmas que habéis realizado?
–Muy positiva, porque hemos recogido y entregado ya 3.500 firmas, y esperamos lograr 1.000 más. Estamos muy satisfechos porque somos un colectivo de ciudadanos que estamos haciendo un gran esfuerzo en los tres núcleos urbanos de Cartaya (Cartaya, El Rompido y Nuevo Portil), y hemos logrado recoger hasta 160 firmas en una hora.
¿Qué impresión tenéis del contacto con los ciudadanos?
–A las mesas informativas se acerca gente de todas las edades y condición. Nos piden más movilizaciones, manifestaciones o protestas. Nosotros esperamos lograr que den marcha atrás democráticamente, sin llegar a convocar acciones más contundentes. Por ejemplo, este viernes (27 de septiembre), alas 17.30 horas, coincidiendo con el pleno municipal, hemos convocado una concentración pacífica en la puerta del Ayuntamiento, sólo para ‘rogar’ al equipo de gobierno a que dé marcha atrás a la privatización. Y es que en el próximo pleno se va a aprobar las mesas de contratación para adjudicar el agua durante 25 años y la basura durante 12 años. Esto supone hipotecar el futuro del pueblo y de tres generaciones de cartayeros, con el único fin de financiarse un grupo de personas.
Les hemos solicitado que adjudiquen solamente los años que estén en el gobierno, pero el alcalde nos asegura que “la empresa no quiere”, lo cual demuestra que pone en manos de empresas privadas el futuro de nuestro pueblo, con los perjuicios que ello conlleva.
Habéis solicitado la celebración de un referéndum sobre este asunto...
–La gente responde muy bien a esa propuesta porque en una democracia los ciudadanos deben poder elegir su futuro, y las 3.500 firmas lo demuestran. Se trata de una decisión trascendental que afecta a 20.000 habitantes, y habría que consultarlo y valorar la opinión del pueblo. No se les ha dado un cheque en blanco para que hagan esto porque no lo llevaban en sus programas. Lo lamentable es que el Gobierno local lo ha rechazado, con el apoyo de la edil de UPyD.
¿Qué opinas sobre la “no validez legal de las firmas” a la que alude el alcalde?
–Demuestra el poco valor que para Polo tienen los ciudadanos y sus opiniones. Parece ser que el secretario no ha dado validez a las firmas porque tiene que haber un fedatario público en el momento en que se recogen. Lo sabíamos y precisamente por eso hemos pedido el referéndum, para que se sepa realmente y con todas las garantías la opinión de los ciudadanos. Pero repito, lamentablemente el alcalde lo ha rechazado.
Algunos afirman que Cartaya Pública está manipulada
–Cartaya Pública no está manipulada. Se lo dije a la portavoz de UPyD tras el pleno. Le confirmé reiteradamente que en la plataforma no se siente manipulada y que yo, personalmente, no he estado manipulado nunca. En un principio no me respondió, a pesar de mi insistencia, y al final me contestó que ella era manipulable, dando a entender que si ella lo es, lo es todo el mundo. También es muy lamentable que en el pleno en que rechazaron el referéndum, el Gobierno local diese a entender que la gente no sabe lo que está firmando. La gente no es tonta y sabe muy bien lo que hace.
