El geólogo y asesor en proyectos mineros, Gabain Ovejero Zappino, ha impartido una Clase magistral sobre “Minería y Sociedad” dentro del Máster Oficial en Geología y Gestión Ambiental, que se viene celebrando desde pasado enero en el Campus de La Rábida de la Universidad Internacional de Andalucía.
A lo largo de su intervención Ovejero destacó que la situación actual de la minería en España y en Andalucía es esperanzadora, ya que “estamos viviendo un momento muy importante (el mismo día de la entrevista se comenzaron los trabajos en Riotinto). Me parece una buena noticias, la explotación de Riotinto que junto a con la apertura de la mina Las Cruces, Aguas Teñidas y Sotiel constituye un relanzamiento de la minería no solo a nivel nacional sino también internacional. La puesta en marcha de nuevas explotaciones reactiva la explotación de nuevos recursos, que puedan estar ocultos y que se puedan poner en desarrollo, contando con el beneplácito de las autoridades y sobre todo de la sociedad”, recalca.
En cuanto a cómo ve la sociedad la apertura de una nueva explotación y de qué manera se implica, que era el motivo de su charla, Ovejero considera que la minería es una de las actividades industriales que más rechazo social genera y considera que “al mismo tiempo es una de las industrias más desconocidas. Entre otras razones, porque en algunos casos por los lugares donde suelen estar ubicados, que suelen estar alejados y también por la imagen creada”. Destaca la importancia que la sociedad conozca lo que se está haciendo y participe desde el inicio. Y pone como ejemplo algunos de los países con alta tradición minera, que se sienten orgullosos de sus minas e incluso de su pasado minero. Como por ejemplo el Noreste de Inglaterra, Alemania y Chile entre otros. Para concluir que “hay que recontar la historia de la minería y llevarla al gran público”.
En relación de qué manera es compatible el desarrollo con el medio ambiente que “el pasado pesa mucho en la minería. Está ahí hay que hacer un análisis objetivo y frio. En la apertura de una mina hay que ver que sea viable para aguantar las épocas buenas y lo malo. Tiene que aguantar los vaivenes, porque de lo contrario va a sufrir las relaciones laborales, se va a descuidar la seguridad, etc. Y de ahí provienen muchas veces los accidentes. Hay que tener en cuenta que se trabaja con elementos químicos muy peligrosos. Es importante que las empresas y las administraciones y también la sociedad tenga con conocimiento suficiente de lo que se va a poner en marcha y le den su beneplácito. Para eso Gabain Ovejero propone: puertas abiertas, transparencia total que hará que se proyecto viva sin sobresaltos sin conflictos una andadura segura y sea considerado un agente productivo más como cualquier industria, que no son mineras pero que si se nutren de la minería. Es necesario entender el ciclo y que desde luego desde el inicio se haga que eso se haga en condiciones ambientales, sociales, técnicas jurídicas, etc. de una forma absolutamente perfecta”.
Este geólogo que cuenta con más de 45 años de ejercicio, tanto en Europa como en América, participó en el descubrimiento y puesta en marcha de la mina de Cobre Las Cruces en Almonaster la Real. A la pregunta si existen más yacimientos en la provincia de Huelva sin descubrir es categórico: “Creo que sí. Nosotros descubrimos el yacimiento de las Cruces haciendo como Colón, saliendo más allá de lo conocido. Durante muchos años la exploración en la Faja Pirítica ha estado circunscrita al entorno de lo conocido. En el yacimiento de Las Cruces se apostó por investigar más allá de lo que geologícamente se consideraba. Hicimos reconocimientos tecnológicos de alto calibre, vuelos aeromagnéticos, que permiten tener claves para descubrirlo. Manejemos hoy tecnología digital, que es costosa y pongamos toda esa información permita manejar nuestro conocimientos y podamos seguir descubriendo. Estoy convencido que existen yacimientos por descubrir en la Faja Pirítica quizá algunos más importantes que algunos que conocemos.
Gobain Ovejero está participando, desde hace 7 años, en un nuevo proyecto minero de cobre en Panamá en una zona deprimida, aislada, selvática y con asentamientos campesinos e indígenas. Es un proyecto de 6.400 millones de dólares de inversión, que según el geólogo, supera con creces la inversión del Canal de Panamá. Este país que no tiene una tradición minera, considera que “esta actividad va a cambiar a positivo la vida de esa comunidad ”creando en torno a los 6000 empleos”, concluye.