El Muelle de las Carabelas, situado en La Rábida (Huelva), y donde se encuentran varadas las réplicas de la nao 'Santa María' y las carabelas 'Pinta' y 'Niña', con las que se repitió el primer viaje colombino, desde Palos de la Frontera, al cumplirse el V centenario del mismo en 1992, ha cerrado el año 2016 con un balance de 187.401 visitas.
Esta cifra no está muy alejada de los 201.000 visitantes registrados el pasado año, pero no se han llegado a superar debido a los dos meses y medio que ha permanecido cerrado el espacio, desde el 17 de octubre, por causa de las obras de mejoras que se están realizando de cara a la celebración el próximo año del 525 Aniversario del Encuentro entre dos Mundos, según han informado a Europa Press desde la Diputación Provincial.
Actualmente el Muelle de las Carabelas permanece cerrado y así continuará hasta aproximadamente finales del próximo mes de enero, inmerso en los trabajos de restauración y puesta a punto de las instalaciones de cara a la celebración esta efeméride en la que, sin duda, la Rábida jugará un papel primordial.
Para ello se están realizando trabajos de reparación del edificio principal en cubiertas, sustitución de suelos, reparación de mástiles y puesta a punto en general de las réplicas de las naves, reparación y mejora de la ambientación de la Isla del Encuentro o recuperación de la laguna existente frente al Muelle de las Carabelas, entre otras actuaciones.
Igualmente, desde el pasado mes de agosto se iniciaron las obras de restauración y puesta a punto del Foro Iberoamericano de la Rábida para volver a acoger actividades musicales, culturales y de congresos en lo que está trabajando la Diputación de Huelva para que esté dispuesto para el 525 Aniversario.
Sobre este asunto, el presidente de la Diputación, Ignacio Caraballo, ha insistido en que el espacio es "un atractivo de primer nivel, pero lo tenemos que convertir en un lugar mucho más dinámico, de ocio y moderno".
"Un espacio donde el sector turístico tenga motivos para mandar allí a los visitantes", ha precisado Caraballo, quien ha hecho hincapié en que de cara al 525 aniversario "será un epicentro y se convertirá en un foco visible en el mundo". En este punto, ha recordado que, entre fondos europeos y de la Diputación, se han invertido en la remodelación de La Rábida en los últimos años más de once millones de euros.
VISITAS EN VERANO
Respecto al pasado verano, el Muelle de las Carabelas un año volvió a registrar unos excelentes datos asistencia de visitantes durante los meses de julio y agosto con un total de 58.061 personas, en torno a un 2,3 por ciento más respecto al pasado verano de 2015, lo que vuelve a confirmar el mejor verano desde su apertura en el año 1994.
En la consecución de estas cifras han contribuido tanto la buena ocupación turística en los hoteles de la costa de Huelva como las atractivas instalaciones del Muelle de la Carabelas, a las que hay que sumar la elevada participación en la programación especial de verano diseñada por la Diputación para el espacio rabideño, que ha sido recibida con una extraordinaria acogida por parte del público.
A lo largo del verano, un amplio abanico actividades diurnas y nocturnas para todos los públicos han contado con una gran participación, como es el caso de las seis noches de 'Las estrellas de Colón. Una noche diferente', o el Cine de Verano o Las Noches del Muelle, con sus clases de bailes, mercadillos artesanales y, sobre todo, música en directo, actividades que han contado con un público variado y participativo que ha disfrutado de las noches rabideñas de julio y agosto.
Cabe también destacar el éxito de participación que las Jornadas de Puertas Abiertas celebradas con motivo de la festividad del 12 de octubre, a pesar de las malas previsiones meteorológicas anunciadas con abundante caída de precipitaciones, con más de 8.600 visitantes.
CONSTRUCCIÓN DE LAS RÉPLICAS
Este espacio abrió sus puertas para conmemorar el V Centenario del Descubrimiento de América en 1994, en el que hubo 95.725 visitas. Años antes de esta fecha se inició la construcción de las réplicas de la nao 'Santa María' y las carabelas la 'Pinta' y la 'Niña', que en 1990 iniciaron desde Palos de la Frontera una travesía por puertos españoles y europeos, para finalizar su periplo recalando en la Exposición Universal de Sevilla de 1992.
Posteriormente, se decidió que las tres carabelas permanecieran varadas junto al Monasterio de La Rábida, en la desembocadura de los ríos Tinto y Odiel. Para ello se construyó una dársena semicircular de 11.500 metros cuadrados con dos pantalanes de acceso de 35 metros cada uno.