Bernardo Montoya Navarro estuvo en el punto de mira de la Guardia Civil desde la desaparición de Laura Luelmo. En la tarde de este martes fue detenido en los alrededores de El Campillo por su presunta implicación en el crimen. Intentó huir a pie cuando sospechó que era perseguido por una patrulla de agentes.
Según fuentes de la investigación consultadas por Viva Huelva, Bernardo ha sido detenido debido a la alta posibilidad de que se diera a la fuga o pudiese destruir pruebas. Fue observado y vigilado por la Benemérita hasta que fue arrestado y trasladado a la Comandancia de la Guardia Civil de Valverde del Camino. Allí, el juzgado determinará si lo deja en libertad o no.
El supuesto autor del crimen residía en en una casa en la calle Córdoba, justo enfrente de la joven, concretamente en una antigua vivienda que tiempo atrás fue propiedad del clan familiar de los Montoya.
Bernardo tiene 50 años y salió de la prisión de Huelva el pasado mes de octubre tras cumplir condena por el asesinato de Cecilia, una mujer de 82 años de Cortegana. Lo hizo porque iba a declarar contra él en un juicio de lesiones. Aquel crimen tuvo lugar sobre las 23.30 horas del 13 de diciembre de 1995 cuando Bernardo irrumpió en aquella casa para asestar varias puñaladas con un machete de grandes dimensiones en la región dorsal y el cuello con el fin de causarle la muerte.
También cumplió dos años y diez meses por robos con violencia contra mujeres. Durante una de sus condenas, coincidiendo con un permiso penitenciario concedido en 2008, Bernardo trató de agredir a una joven de 27 años que paseaba por un parque de El Campillo e hirió a un perro de una puñalada.
Además, el detenido ha tenido problemas con la heroína y la cocaína. Habitual reincidente en sus delitos, la Justicia le ha permitido salir de prisión sembrando el terror por allá donde estuvo.
Laura ya advirtió a su pareja que su vecino de enfrente no paraba de mirarla y que se sentía intimidada. Lo hizo en una de sus últimas llamadas telefónicas. Bernardo pertenece al clan de los Montoya, una familia originaria de Badajoz que cuenta con nueve hermanos y un amplio historial de agresiones contra mujeres. El municipio onubense de Cortegana se echó a la calle hace años para exigir la salida del pueblo de los Montoya.
Luciano Montoya, más conocido como ‘El laca’, es hermano de Bernardo y precisamente el lunes salió de la cárcel de Ocaña (Toledo).
Luciano llegó a ser sospechoso durante estos días atrás por vecinos campilleros. Él mató a una mujer en el año 2000.