Los 57 habitantes censados de la localidad onubense de Cumbres de Enmedio solo han escuchado hablar de la covid-19 a través de los medios de comunicación, ya que en este paradisíaco enclave de la sierra onubense pueden presumir de no tener ningún caso de la enfermedad.
Es, de hecho, uno de los pocos municipios españoles donde el coronavirus no ha hecho acto de presencia entre sus vecinos, al ser un lugar de esos a los que hay que ir, no por los que se pasan para ir a otro lugar, y en parte por el extremo cuidado que mantienen en sus calles y viviendas.
De hecho, el pasado 26 de enero saltaba la alarma en la localidad al publicarse que se había registrado el primer caso de la enfermedad, aunque el Ayuntamiento reaccionó de forma inmediata informando de que "una vez consultado en el Centro de Salud de Cumbres Mayores y en la web oficial de la Junta de Andalucía nuestro municipio continúa con cero casos”.
Se cita ese pueblo vecino en Cumbres de Enmedio porque es al que acuden para hacer sus compras, ir al médico o incluso a un bar, ya que los dos bares que funcionaban en su pueblo han ido cerrando con el paso del tiempo, igual que las tiendas, y lo que hacen los vecinos es suministrarse de lo básico en sus desplazamientos a Cumbres Mayores y vivir una vida lo más tranquila posible.
El pueblo está estructurado en torno a la calle Real, la principal de la localidad, donde Trinidad Fernández vive desde los nueve años y explica a Efe que entre los secretos de mantenerse libres de covid está “que salimos muy poco, lo justo, y los que tienen que salir, como mis nietos cuando van al colegio, nos cuidan mucho y procuran que no nos contagiemos”.
Trinidad es natural de Cumbres de San Bartolomé, también en la provincia de Huelva, y en su misma puerta, por la que es raro ver pasar a nadie aunque sea la calle principal del pueblo, agradece al Ayuntamiento el servicio que ha puesto en marcha, ya que el Consistorio se encarga de recoger los pedidos de lo básico que necesitan los vecinos, y dos veces a la semana les hace la compra en las tiendas de Cumbres Mayores.
“Nos compran lo que necesitamos, y cuando nos lo entregan lo pagamos”, explica Trinidad, muy agradecida no solo por el gesto del Consistorio, sino con sus vecinos, “que siempre que salen a comprar nos preguntan si necesitamos algo, para que a nadie nos falte de nada”.
En la misma calle Real, más cerca del Ayuntamiento, una jerezana llamada María Auxiliadora, que pasa largas temporadas en el pueblo, apunta a que el envejecimiento de la población también es clave para que la covid no moleste en el pueblo, porque “casi no quedan jóvenes y los mayores no salen prácticamente, además de que las visitas al pueblo son muy pocas”.
Y es que, lo que podría ser un problema por no tener bares u hoteles, es una ventaja en este pueblo a 140 kilómetros al norte de la capital onubense, aunque a un tiro de piedra de los primeros pueblos del sur de Badajoz.
A día de hoy es el pueblo andaluz más pequeño con ayuntamiento propio y es noticia cada vez que hay elecciones, ya que acuden a las urnas unos 40 vecinos y su participación porcentual es de las más altas de España.
En Cumbres de Enmedio han sabido adaptarse a vivir sin lujos, en mitad de la naturaleza, y eso les ha supuesto un valor añadido para que el coronavirus nunca haya entrado en sus calles, y con esa idea mantienen sus vecinos una prudencia extrema para que siga siendo así.