Las obras en el enclave arqueológico de Puente Tablas de la capital jiennense han finalizado gracias a una intervención financiada a través de la Inversión Territorial Integrada (ITI) de Jaén, con un presupuesto total cercano a los 300.000 euros, de los 1,3 millones dedicados a la conservación del patrimonio.
El delegado de la Junta en Jaén, Jesús Estrella, y el delegado de Cultura, José Ayala, han visitiado las obras de conservación de las zonas excavadas en el yacimiento, así como las actuaciones para el acondicionamiento de los accesos e infraestructuras del lugar. Bien de Interés Cultural, los trabajos se han desarrollado en el santuario, palacio y área residencial.
Además se han ejecutado labores de limpieza de superficies, tanto en muros como en pavimentos. También se han aplicado herbicidas y fungicidas para evitar daños en las estructuras murarias, se ha procedido al emplastecido de elementos; la apertura de calas en muros para evacuación de aguas, así como la reposición de elementos perdidos, con diferenciación de reintegraciones y tratamiento de los restos para su presentación pública. Se ha mejorado el acceso al recinto y elementos de las instalaciones del Centro de Interpretación y los accesos al yacimiento arqueológico, desde el Centro de Interpretación y la entrada.
La intervención se ha realizado con empresas de Jaén. “Debemos subrayar el valor añadido de la inversión pública se quede en la provincia, empoderando a las empresas en trabajos relativos a Bienes de Interés Cultural o de patrimonio arqueológico, lo que aporta una cualificación especial”, dijo Estrella.
En 2021, la Dirección General de Patrimonio Histórico y Documental de la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico concedió una subvención nominativa a la Universidad de Jaén para el desarrollo y ejecución de la primera fase del Proyecto General de Investigación 'Oppidum de Puente Tablas (Jaén)', por importe de 40.000 euros, dirigido por la investigadora de la Universidad de Jaén Carmen Rueda.
Con este proyecto se propone continuar las investigaciones en un oppidum que se ha convertido en referencia del poblamiento íbero del Alto Guadalquivir.
Un poblado desarrollado entre los S. VII y III a.C
El poblado íbero de Puente Tablas se desarrolló entre los siglos VII y finales del III antes de Cristo. Antes de ese momento, entre los siglos IX-VII antes de Cristo el lugar estaba habitado. Aquel primitivo poblado carecía de murallas y sus viviendas eran cabañas sencillas y sin organización precisa entre ellas. En torno al siglo VII antes de nuestra era (hace 2.700 años) el poblado se transforma y se incorporan nuevas formas de construcción. De este modo, se levanta en su perímetro una muralla y dentro del recinto se traza una trama urbana con casas y espacios públicos donde se instala un palacio para el príncipe y, varios siglos más tarde, un santuario. Aunque el lugar era bien conocido como un antiguo poblado, no fue objeto de atención por la arqueología hasta los años 70.