El trabajo callado de miles de voluntarios está permitiendo que organizaciones dedicadas a ayudar a los demás sumen cada día más personas que quieren prestar su tiempo para dedicarlo a otros que necesitan atención.
Según el presidente de Cáritas Diocesana de Jaén, Rafael López-Sidro, en la capital cuentan con 180 personas voluntarios, habiendo experimentado en los últimos años un incremento “muy considerable”, que les ha permitido llegar a más personas.
“En algunas parroquias sólo había una persona y es uno de los lugares donde más han aumentado los voluntarios”, dice. Responden al perfil de personas jubiladas, pero también cuentan con gente joven, pero en menor medida. “Hay grupos en la Universidad de Jaén y en el colegio de Maristas, que colaboran en programas de formación para reclusos y en el de personas sin hogar”, recuerda, no sin olvidar a los jóvenes que estas frías noche otoño-invierno han recorrido la ciudad para atender las necesidades asistenciales de quienes dormían en la calle.
En el centro El Jordán que Cáritas tiene en San Ildefonso colaboran en torno a 15 personas y en el comedor de la parroquia de San Roque más de sesenta personas. Éste último comenzó con 20 voluntarios el 1 de junio de 2009. “Tenemos muchísimos voluntarios en el comedor. Tantos, que a veces no todos pueden colaborar”, confirma el párroco, Juan Herrera.
En general, son más mujeres que hombres, con una edad de entre 50 y 60 años, aunque también acuden mayores de 80 años y gente joven de forma puntual.
En Cruz Roja cuentan con cerca de 1.800 voluntarios de la capital. En la provincia son 3.700 personas a través de las 19 asambleas locales. “En un principio el voluntariado se ceñía a socorro y emergencia, y ahora ha aumentado de forma considerable en intervención social, en tareas de entrega de alimentos”, recuerda el presidente en Jaén, José Boyano. El perfil de los voluntarios es de una persona mayor de 30 años y también prejubilada, con formación y con baja cualificación profesional. En el programa de alimentos para la solidaridad cuentan con 306 voluntarios y en el de empleo con 38 personas.
En la Fundación Banco de Alimentos de Jaén, presidida por Diego Valero, la llamada a voluntarios
funciona siempre y prueba de ello han sido las más de 2.000 personas que participaron a finales de noviembre en la Gran Recogida. De forma continuada gestionan la Fundación entre 12 y 14 voluntarios, generalmente personas prejubiladas. En la actualidad, cuando aún están clasificando alimentos de la última recogida, suman a diario en torno a 30 voluntarios, de diferentes colectivos y edades, trabajando juntos alumnos de Secundaria con vecinos de asociaciones de barrios.
Igualmente, el Proyecto Jaén Solidario, fundado por Pedro Medina, tras un año de trabajo sigue atendiendo a familias con hijos y sin recursos y creciendo en proyectos por las gestiones altruistas de en torno a 20 personas. “Todo el mundo se vuelca”, reconoce Pedro Medina.
Un ejemplo de solidaridad es el de las enfermeras y auxiliares de la Asociación ‘Pídeme la luna’, que hacen realidad los sueños de los niños de la planta de Oncología Pediátrica del hospital Infantil. Con la venta del libro 'El águila y el gorrión' financian las actividades.