| El Real Jaén logró un punto que supo a poco ante el Girona CF, en el partido que se disputó el pasado sábado en el estadio de Montilivi, en el partido correspondiente a la jornada 25 de la Liga Adelante.
Era un encuentro en el que los dos equipos se jugaban más de tres puntos ya que, de momento, son rivales directos en la lucha por la permanencia, y ya empieza a contabilizarse el golaverage particular que incluso pudiera decidir al final.
Aunque queda toda la segunda vuelta por delante, los equipos notan que están en la línea descendente de la competición y los errores se pueden pagar caros. En muchos casos se juega a no perder si es que no se puede ganar.
En el Real Jaén las ideas están muy claras y pasan por ir sumando dada la igualdad que existe en el grupo. Por la situación que ocupa el conjunto de Manolo Herrero, cuatro puntos sobre el colista y cinco con el que abre la posibilidad de la fase de ascenso. No hay tregua y el Real Jaén debe de ir consolidando esas posiciones que le alejen de los lugares de peligro.
Sin embargo, para ello hay que sumar de tres en tres y los blancos en esta segunda vuelta todavía no conocen la victoria. Una derrota y tres empates es el bagaje que tienen los jaeneros en lo que llevamos de segunda vuelta. No obstante, los de Herrero merecen mucho más. En los tres últimos encuentros se han hecho méritos para ganar pero sus opciones claras de gol no se pudieron materializar.
El sábado en Girona, tras un tiempo mediocre, donde apenas existieron ocasiones para marcar, en la segunda los jienenses fueron superiores, pero la gran actuación del meta catalán, Becerra, impidió el triunfo blanco.
Ambos equipos intentaron crear peligro a la portería contraria con la posesión del esférico en el centro del campo, y con acciones bien elaboradas, pero la buena colocación de unos y otros propiciaron que las ocasiones no llegaran para ninguno de los dos conjuntos.
En el minuto 40, Gerard Bordás aprovechaba prolongaciones de cabeza de dos compañeros de equipo tras un saque y, en la lucha con Kitoko y Servando dentro del área, el delantero local anotaba el primer tanto del partido. Fue un mazazo para los de Herrero ya que su rival no había realizado muchos méritos para ponerse por delante en el marcador, si bien, tampoco el Real Jaén hizo demasiado en jugadas de ataque, ya que sólo hay que contabilizar un disparo de Jozabed que se marchó fuera por poco.
En la segunda mitad los jienenses salieron decididos a igualar el encuentro pero no lograban rematar entre los tres palos del marco defendido por Becerra. Tuvo ocasiones el equipo jienense por mediación de Jozabed, siendo este jugador (minuto 62), el que remató de cabeza un centro de Óscar Rico para establecer el empate. El sevillano atraviesa por un gran momento de juego, su calidad es incuestionable y ya está siendo seguido por técnicos de equipos de primera división.
A partir de este momento, el Real Jaén se hizo dueño de la situación creando ocasiones de mucho peligro, destacando dos remates de Jona, que el meta local, en sendas intervenciones, evitaba que los blancos le dieran la vuelta al marcador, hecho que no se produjo ante la desesperación de los jugadores jaeneros que, aunque no despreciaron el empate, lamentaron que, una vez más, no pudieran materializar las jugadas de gol.
El cambio del Real Jaén en la segunda mitad en relación con lo realizado en el primer tiempo fue abismal. Tras el descanso, los jienenses actuaron más convencidos de sus posibilidades y con menos miedo, demostraron que hay mimbres suficientes para sumar muchos más puntos.
Herrero ya ha hecho debutar a cuatro de los cinco fichajes del mercado de invierno, si bien en Girona se quedaron sin jugar Sutil y el espigado ariete Álvaro Montero, que tendrá que luchar en los entrenamientos con Jona por un puesto en el equipo inicial, ya que las intenciones de Herrero en ese sentido son claras, al comentar que “será difícil que juguemos de inicio con dos delanteros. Otra cosa es que los utilice a lo largo del partido si es necesario”.
Con la presencia de estos nuevos cinco jugadores se espera que el potencial del grupo haya crecido, y todos están convencidos de cumplir objetivos a poco que la fortuna acompañe y puedan finalizarse las innumerables jugadas de gol que se producen, pero que no terminan con el balón en las redes contrarias.
En definitiva, un empate en tierras catalanas que tiene “un sabor agridulce” y, aunque se dé como bueno, lo cierto es que hay que hacerlo bueno el próximo sábado (20 horas) ganando a la UD Las Palmas, en ‘La Victoria’.
