El PSOE vuelve a confiar en Micaela Navarro (Andújar, 1956) para encabezar la lista de Jaén al Parlamento Andaluz. Un valor seguro dentro del partido con la que los socialistas aspiran a consolidar su hegemonía en la provincia. Algo que parecen presagiar todas las encuestas. “Mi impresión es muy buena, incluso mejor que las encuestas”, afirma Navarro, que se muestra prudente ante los sondeos que vaticinan un triunfo socialista en Andalucía y en Jaén.
Tampoco quiere esta veterana política jienense entrar en el terreno de las especulaciones sobre las más que probables alianzas electorales que serán necesarias para gobernar Andalucía a partir del 22 de marzo. “Se juega para ganar, la alianza natural son los andaluces”, dice Navaro tirando de manual.
Sí que se moja a la hora de valorar el gobierno de coalición en la Junta los tres últimos años. “IU ha sido un compañero de gobierno absolutamente leal”, agrega Navarro. ¿Y entonces por qué se rompió el pacto? “Llegó un momento en que se dieron unas circunstancias que ponían en peligro la estabilidad del Gobierno andaluz”, dice, en referencia al referéndum que había convocado IU entre sus bases para decidir sobre la continuidad o no en el gobierno.
La candidata socialista participa en una nueva campaña como presidenta federal y andaluza del PSOE. Con todo, su protagonismo no está en consonancia con los cargos que ocupa, al menos en el plano autonómico. ¿Acaso es porque la marca Susana Díaz nubla al resto de políticos? “Es una realidad que tenemos a una presidenta que tiene una valoración ciudadana incluso por encima de la que tiene el propio partido, y su marca claro que arrastra”, admite.
Quizá eso explique también la escasa presencia del líder federal del PSOE, Pedro Sánchez, en la campaña andaluza. “El diseño se ha hecho para centrar la campaña en Andalucía, para demostar que hay otra forma de gobernar”, indica Navarro, que fue testiga en primera fila de la frase de Pedro Sánchez que ha reabierto la polémica con Susana Díaz cuando dijo “Yo en Moncloa y tú en San Telmo”. Una declaración de intenciones que a Navarro le parece, cuando menos, inoportuna. “Hay que ser respetuosos con los procedimientos que tenemos en el partido, pues están previstas las elecciones primarias para elegir al candidato a la presidencia del Gobierno”, subraya.
Y en referencia a la provincia de Jaén Navarro reconoce que muchos de los grandes proyectos se repiten elección tras elección, algo que explica en que los años de la crisis ha llevado a priorizar las actuaciones. “En Andalucía se ha blindado la educación y la sanidad pública, y eso nos ha impedido acometer grandes inversiones en infraestructura”. Añade, no obstante, que “el Jaén actual no tiene nada que ver con el de hace 15 ó 20 años”.
Sí que muestra una cierta desazón cuando se refiere a la dramática situación del paro en la provincia. “No se puede permitir que la generación mejor formada se vaya fuera de Jaén, se está descapitalizando el presente y el futuro de nuestra provincia. Si queremos que Andalucía siga creciendo es imprescindible que los jóvenes vuelvan”, dice, para destacar el plan de retorno que ha promovido la presidenta Díaz. Pero, ¿cómo revertir la situación? Navarro cree que es necesario un cambio del modelo productivo “para no depender de la temporalidad del sector agrario y del turismo”. Y defiende los mecanismos de protección social hacia las personas que se quedan sin recursos. “No sería una ayuda incondicional, pero sí es necesario que esas personas tengan cubiertas sus necesidades básicas”.
De igual forma marca distancia respecto a las políticas del Gobierno central para reactivar la economía. “El crecimiento de un país no puede ser a costa de la miseria de los salarios”.
A la hora de la autocrítica, Micaela Navarro cree que buena parte de la responsabilidad política en la actual situación económica ha sido el caldo cultivo de la irrupción de nuevos partidos, caso de Podemos. “Hay mucho de ese descontento y de amargura en ese partido, aunque realmente no tienen propuestas.
“La presidenta sabe que yo estoy ahí, con la misma disposición”
Micaela Navarro dejó el Gobierno andaluz en 2012 siendo la consejera más valorada. Ahora, tres años después, parece que las heridas entre el PSOE de Jaén y el de Andalucía ya se han restañado y la actual parlamentaria andaluza por Jaén vuelve a estar en primera línea para futuros nombramientos. “Susana Díaz sabe que yo estoy ahí, con la misma disposición y entrega”, subraya, sin querer autodescartarse para nada.
Con respecto a su futuro político, Micaela Navarro asegura de modo rotundo: “Yo nunca me iré de la política, estaré en el sitio donde sea útil al partido”. Y cuando se le pregunta si le gustaría ser algún día alcaldesa de Andújar deja la puerta abierta: “¿Por qué no?” Y agrega: “Es más difícil ser alcalde que ministro, al menos un buen alcalde”.
De la lista encabezada por Navarro hace tres años se han caído en estas elecciones tres pesos pesados de la política jiennense; Antonio Ávila, Francisco Vallejo y Mar Moreno, los dos primeros investigados en el caso de los ERE. “Claro que me duele su situación porque los he visto trabajar y los conozco bien, y no desconfío en absoluto de ellos”, afirma la diputada jienense.
Pero acto seguido dice sin ambages: “Toda persona que maneje dinero público tiene que ser absolutamente escrupulosa, y si no lo ha sido la condena que sufra tiene que ser mayor a la de cualquier otra persona”. Ahora bien, Navarro pide “no demonizar” los ERE con carácter general.
La misma confianza muestra Micaela Navarro hacia Gaspar Zarrías (al igual que hacia Chaves y Griñán), también en el centro de las investigaciones de los ERE. Y se aparta de la línea marcada por Susana Díaz para apartar a todos los imputados de las listas electorales. “Yo defiendo el código ético del PSOE, pero tienen que ser los jueces los que decidan si hay culpabilidad o no”, afirma, en clara sintonía con lo apuntado en días pasados por el expresidente del Gobierno, Felipe González.
