La Comisión local de Patrimonio Histórico ha dado el visto bueno al proyecto básico de la primera fase de las obras de intervención y conservación preventiva del antiguo palacio de Riquelme, en la plaza del Mercado. En esa primera fase se contemplan actuaciones en la fachada y en las dos primeras crujías. Para ello se cuenta con una partida de 800.000 euros con cargo a los presupuestos de la Diputación Provincial.
El próximo paso será que la Junta de Gobierno local apruebe el proyecto, con idea de que pueda salir a licitación pública “en las próximas semanas” y de este modo se ejecute a lo largo del próximo ejercicio 2024, toda vez que hay que recordar que las obras tendrán que finalizar antes del 31 de diciembre de ese mismo año.
El teniente de alcaldesa y responsable del Centro Histórico, Agustín Muñoz, explica que con el visto bueno de la Comisión Local de Patrimonio comienza la tramitación de un proyecto que tiene “gran importancia para la ciudad” y cuya ejecución “va a ser pronto una realidad”, entre otras cosas porque se cuenta con esa aportación de 800.000 euros de la Diputación Provincial. “Estamos hablando ya de realidades y de una hoja de ruta bien definida que estamos poniendo en marcha”, añadió.
Este proyecto ha venido precedido de un estudio de elaborado por la Fundación Universidad de Sevilla sobre el estado de conservación de la fachada y su primera crujía, que ha permitido valorar los criterios a tener en cuenta para llevar a cabo la recuperación del antiguo palacio.
Las actuaciones previstas en sucesivas fases contemplan la consolidación de la estabilidad de algunos muros, pilastras y columnas existentes en las dos primeras crujías vinculadas a la fachada principal mediante la inclusión de nuevos forjados y cubiertas donde antiguamente existían. Para ello se utilizarán materiales y técnicas constructivas contemporáneas compatibles con las originales.
De igual modo se procederá a la restauración de la fachada renacentista de piedra mediante su limpieza, consolidación y protección, incluyendo la recuperación y adecuación de los huecos que actualmente están abiertos o tapiados con fábrica de ladrillo y sus rejas.
Por último, el proyecto contempla la recuperación y rehabilitación de espacios del inmueble actualmente desaparecidos, manteniendo su configuración espacial original y proponiendo su uso como zonas de exposiciones del propio proceso de rehabilitación del edificio, dotándolo de las instalaciones mínimas necesarias, como, electricidad, aseos o protección contra incendios, entre otras.