El portavoz del grupo municipal socialista, José Antonio Díaz, se ha hecho eco del “malestar” existente en el seno de la plantilla que atiende el servicio de ayuda a domicilio, dado que el Gobierno local “sigue sin despejar las dudas sobre el proceso de selección de 350 plazas”.
Díaz recuerda que el PSOE ya advirtió de las “irregularidades” en dicho proceso, en el que “supuestamente se han falsificado títulos y cursos”, sin que hasta el momento el Gobierno de García-Pelayo haya adoptado ninguna medida “contra los posibles infractores”.
Según el portavoz socialista, la alcaldesa “demuestra una falta total de sensibilidad” hacia la plantilla, ya que “con su silencio permite que continúen las dudas sobre este proceso de selección”, sintiéndose las candidatas afectadas “ninguneadas, engañadas e infravaloradas”.
Díaz subraya que estas trabajadoras “tienen cargas familiares” y “necesitan un empleo y una estabilidad a la que tienen derecho por méritos”. “Por eso desde el grupo municipal socialista lo denunciamos y lo ponemos en conocimiento de los medios de comunicación, porque el Partido Popular pretende silenciar todo este asunto”, añade su portavoz.
A juicio de José Antonio Díaz, “todo este caos generado por el Gobierno de Pelayo acabará afectando no sólo al personal de ayuda a domicilio, sino también a los usuarios de este servicio, personas dependientes que necesitan que sus cuidadores puedan realizar su labor en las mejores condiciones y con estabilidad en sus puestos de trabajo”.
Desde el PSOE se habla incluso de “maltrato” del Ejecutivo municipal al personal del servicio de ayuda a domicilio, ya que “les ocultó las irregularidades, les volvió a solicitar la documentación y lo mantiene en la incertidumbre sin saber qué ocurrirá con sus puestos de trabajo”.
“Exigimos que María José García-Pelayo, alcaldesa a tiempo parcial, senadora y presidenta de la FEMP, la alcaldesa de 100.000 euros anuales, informe inmediatamente a las trabajadoras de ayuda a domicilio sobre la situación del proceso de selección y el futuro inmediato de sus puestos de trabajo, porque cada día que pasa crece el malestar entre la plantilla y las dudas sobre si estamos ante un proceso limpio o un pasteleo”, concluye José Antonio Díaz.