La edil recordó que no sólo se ven afectados los usuarios dependientes del Servicio de Rehabilitación, sino también personas que necesitan este tipo de traslados para someterse a tratamientos crónicos, revisiones o dializados.
Zabalza puso de manifiesto, asimismo, las carencias en cuanto al personal que presta servicio en estas ambulancias. “Baste recordar que a los transportes de asociaciones como Esclerósis Múltiple, Alzheimer o Discapacitados Psíquicos se les obliga a llevar, por lo menos, un auxiliar. Si a estos transportes se les obliga a llevarlo, ¿por qué no a las ambulancias que se encargan de estos traslados?, se preguntó la concejal.
“El estado general de este parque móvil no es tampoco demasiado halagüeño”, se lamentó Zabalza, quien declaró que el estado de estos vehículos “es obsoleto, con amortiguaciones dañadas que provocan un traqueteo nada aconsejable para un enfermo”, apuntó.
Zabalza llegó a compara el servicio de ambulancias con “un servicio de taxi con adornos de vehículo de emergencia”.
Por último, la concejal aseveró que la idea de convertir estos transportes en colectivos ”es ya el colmo de los despropósitos, y un acto de cicatería”.