Con el caótico y farragoso procedimiento de venta de sillas causando quebraderos de cabeza tanto al Consejo como a las personas interesadas en hacerse con una de esas 14.200 plazas disponibles, empiezan a salir a la palestra otras cuestiones a las que habrá que estar muy atentos para que todo transcurra según lo previsto el próximo 12 de octubre.
Hasta ahora se había incidido en la necesidad de que las cofradías cumplieran los horarios dispuestos tanto en el trayecto de ida hacia la ‘carrera oficial’ como en ese recorrido común que deberán cubrir entre la plaza de la Asunción y la confluencia entre el Mamelón y la calle Eguiluz.
Incluso se había asimilado el concepto de que una vez ya de regreso a sus templos y siempre y cuando no estorbaran a otras imágenes, las cofradías dispondrían de cierto margen para recrearse de vuelta a sus barrios.
Pero no parece que eso vaya a ser tan sencillo, fundamentalmente porque todo el operativo de movilidad y tráfico –cuyo control asumirá la Policía Local- está supeditado al cumplimiento de todos los horarios, tanto los de ida como los de regreso.
El motivo parece bastante evidente. Como es habitual en los grandes eventos, este cuerpo pondrá ese día en la calle a todo el personal disponible, pero aún así va a resultar imprescindible que las hermandades cumplan esos horarios, porque de ellos depende precisamente que los efectivos puedan desplazarse de un lugar a otro para garantizar que las calles queden expeditas para el paso de otras cofradías.
Por explicarlo con mayor claridad. El cuadro horario de la Policía Local se está confeccionando también en base al de las 37 hermandades que se van a echar a la calle y por tanto es posible que si una cofradía demora su recogida más allá de lo previsto los agentes que están cubriendo ese servicio no puedan estar en otro punto de la ciudad para garantizar el despeje de calles o nuevos cortes de tráfico.
Algo parecido ocurre con los servicios de limpieza o transporte urbano, que se están preparando en base a los horarios de salida y recogida de cada una de las 37 cofradías que van a participar en esta Magna mariana. Por tanto, las hermandades deben empezar a desterrar la idea de que disfrutan de cierta libertad horaria de regreso a sus templos siempre y cuando no interfieran en el paso de otra cofradía. Básicamente porque sí afectarían a la normal prestación de servicios que son básicos para que este evento pueda desarrollarse tal y como se ha previsto.
