La Guardia Civil, en el marco de la 'operación Carta Verde', ha detenido a la propietaria de una correduría de seguros en la pedanía jerezana de La Barca de la Florida, en la provincia de Cádiz, por realizar una supuesta estafa en la contratación de pólizas de seguros, cuyo importe se apropiaba, no llegando a formalizarlas, o haciéndolo por un tiempo muy inferior al que el cliente contrataba.
En una nota, la Benemérita explica que la estafa alcanzaría a varias compañías de seguros y a una veintena de sus clientes, si bien no descarta que puedan salir a la luz más afectados. Destaca que la ahora detenida habría estafado a sus propios familiares y amigos, aprovechándose de la confianza que depositaban en ella.
Los hechos ocurrieron cuando, en un control preventivo, la Guardia Civil interceptó a un turismo que según la base de datos circulaba sin seguro. Tras identificar a su conductor y comunicarle que se le iba a sancionar por circular sin seguro, esta persona se mostró extrañada y enseñó a los agentes una documentación que aparentemente estaba en regla.
Así, se trasladaron a dependencias oficiales, donde la propietaria de la correduría se presentó alegando que al tramitar la documentación se había equivocado un dígito de manera accidental, pero que en ese mismo momento lo solucionaría con la compañía de seguros. Al no haber aparentemente mala fe y no haber terceros perjudicados, se optó por el principio de mínima intervención.
Semanas después, los guardias civiles de La Barca de la Florida tuvieron conocimiento de que en la localidad de Arcos de la Frontera, tras un accidente de tráfico, se había producido un altercado, ya que el conductor de uno de los vehículos implicados dio parte a la compañía de seguros y comprobó que no estaba asegurado, teniendo que impedir los agentes que se produjeran hechos de mayor gravedad hacia la propietaria de la correduría.
Tras los hechos se pusieron en contacto con las aseguradoras, encontrando en principio a 19 personas que habían contratado pólizas de seguro de accidentes en una misma correduría con sede en la pedanía jerezana de El Torno, las cuales no se habían llegado a formalizar tras haber abonado el importe, o bien se habían contratado por un año y sólo se habían formalizado por un solo día, siendo estas personas ajenas a todo ello, con la situación de riesgo que conlleva circular con el vehículo sin asegurar.
La incvestigación desveló que la forma de actuar de la propietaria de la correduría sería la de aprovechar la confianza de los clientes, en ocasiones personas con escaso nivel cultural que en algunos casos casi no sabían leer ni escribir, identificando como afectados también a personas de su entorno familiar y de amigos cercanos, que confiaban plenamente en ella y ni si quiera le pedían en algunos casos justificante de pago.
El 'modus operandi' consistía en cobrar el importe en metálico por una anualidad correspondiente a una póliza de seguro de automóvil u hogar, para posteriormente dar de baja dicha póliza por impago y de este modo inducir a error a los denunciantes, los cuales circulaban con sus vehículos sin tener el seguro en vigor, llegando a registrarse hasta tres siniestros sin póliza por el método descrito, además de un siniestro de hogar.
Si se producía alguna incidencia, para evitar ser descubierta, la ahora detenida supuestamente cambiaba un número o letra de la serie de la matrícula completa y emitía una nueva póliza y esgrimiendo error involuntario en la emisión de la póliza.