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Miércoles 06/11/2024
 

Jerez

“Atender a todos los jóvenes es lo más salesiano que existe”

El nuevo director del Colegio Lora Tamayo habla de lo educativo, lo social y lo pastoral

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  • Mario José Prados. -

Mario José Prados Ruesca, sacerdote, es el nuevo director del Colegio Salesiano Purísima Concepción-Manuel Lora Tamayo. Ya ha comenzado a trabajar tras su reciente toma de posesión y ya avanza algo de sus ideas y de su forma de entender el mensaje que dio Don Bosco, el fundador de la Obra.

¿Quién es el nuevo director de la Obra Salesiana en Jerez?
—Mario Prados Ruesca, Prados son s al final. Salesiano de la provincia de Zaragoza. 50 años.
El pasado día 2, en el transcurso de una Eucaristía celebrada en el Santuario de María Auxiliadora y  presidida por el inspector, el sacerdote salesiano Cristóbal López, tomaba posesión de su cargo el nuevo director del Colegio Salesiano Purísima Concepción-Manuel Lora Tamayo que además llevará la superioridad del colegio  de Rota. Toma el relevo del pacense Antonio Fernando García Reyes que, tras seis años en Jerez, ha pasado a formar parte de la Comunidad Salesiana de Badajoz. ..
—Como cura es la primera vez que vengo a Andalucía, pero estuve haciendo el noviciado en Sanlúcar la Mayor. Hace treinta años ya que hice los votos.   
¿Qué se ha encontrado en estos pocos días que lleva en Jerez?
—Dos grandes presencias porque, aunque parezcan pequeñas, tienen mucho movimiento. Primero la de Jerez, pero también la de Rota que llevamos desde esta comunidad. Sobre todo me he encontrado gente buena, sencilla y sincera y subrayo lo de sincera, muy dispuesta a colaborar y entregada a la Obra. Tanto los profesores como el personal de administración y servicios como la familia salesiana en todos los grupos, catequistas, jóvenes del Centro Juvenil, el  teatro en Rota... Se ven casas salesianas con solera, con historia, con arraigo y, sobre todo, voy detectando, con mucho amor a la Virgen María Auxiliadora.      
¿Qué proyectos le traen a Jerez?
—No me traen los proyectos, me trae el Superior y, después, según uno  encuentra no sé si la creatividad, la imaginación, no creo que sea la inteligencia, o a veces el Espíritu Santo, según yo, dice conviene que aquello se mejore, se amplíe o que algunas cosas se eliminen porque no tengan futuro, pero eso hay que verlo por lo menos después de auno año, cuando uno ya tenga el criterio también de los salesianos de la comunidad, porque no es el director el que lo hace todo. Tiene superiores por encima y después hermanos que te acompañan en el gobierno y, sobre todo, en la animación de la casa.
Una casa, esta de Jerez a la que usted recién ha llegado, que está especialmente arraigada en la zona, en la provincia diría, por la Formación Profesional, desde aquellos primeros años en el antiguo Hospicio y hasta su llegada a la nueva ubicación en la barriada Icovesa.
—La Formación Profesional es mi delirio, y me perdonarán las demás etapas del colegio. Yo soy de Formación Profesional . Estudié en la antigua FP electrónica en un colegio salesiano de La Almunia de Doña Godina, en Zaragoza. He trabajado de director en Zaragoza, que tiene muchos ciclos formativos, fui clérigo, en el periodo de formación, en Cartagena, dos años, también con mucha formación profesional, y, por tanto, es un reto que no me asusta. Pero pensemos no solo en lo académico de la FP sino atendiendo, si fuese posible, en nuestras casas a esos jóvenes, a todos esos jóvenes que a veces andan sin inquietud, sin expectativas, sin esperanzas  que, en este tiempo, son muchos por la cantidad de paro que hay y las pocas salidas profesionales que se encuentran. Atender a todos, aunque no sea en la enseñanza reglada, es lo más salesiano que existe, no en vano Don Bosco cuida este aspecto, lo privilegia hasta el punto que fue el que firmó el primer contrato de trabajo de Europa. Ahí está en el Museo del Ayuntamiento de Turín, no en la congregación. Es el Patrono Universal de la FP y, por eso, los salesianos hemos de privilegiar no solo la educación formal, no solo la evangelización de los pequeñitos sino de aquellos muchachos que ya tienen una cierta mayoría de edad, aunque no sea siempre la legal, y a los que se les abre un mundo, hasta a aquellos que más cosas han tenido, aunque no son las mayoría  me imagino en este entorno, ante el que se les nota una desazón, una cierta desesperanza, o una desconfianza ante lo que ven sus ojos. El niño es niño, el adolescente tiene su mundo, pero cuando cumple 16, 18 ó 20 años empieza a descubrir el mundo que se les presenta como un reto. Lo importante es transmitirles que no hay que tener miedo al mundo, a la situación social  sino que deben formarse lo más posible, en aquello en lo que esté la vocación de cada uno, ya que no podemos hacer de un pastelero un mecánico o de un electrónico un enfermero. No se trabaja igual cuando uno se encuentra aquello en lo que puede ser feliz o se puede realizar más plenamente. Ayudarlos en ese campo de orientación y darles medios para que el día de mañana puedan ganarse la vida con su trabajo deseado, son voluntad y vocación.
Ya hubo una antigua iniciativa con el proyecto Garelli y entiendo que por ahí va la idea.
—No sé exactamente cómo funcionaría aquello, pero ya estamos inmersos en esos trabajos de orientación y aprendizaje que le comentaba porque, además de la formación reglada, la Casa Salesiana tiene la Fundación Don Bosco y ya hemos comenzado unos cursos, patrocinados por La Caixa, para muchachos y muchachas, siete chicos y cinco chicas, para ser camareros o ayudantes de cocina. Yo les decía en el saludo que no solo se trata de saber cómo servir, que eso lo ve el camarero in situ, sino saber cómo se trata a las personas, cómo servir mejor, qué esperan de ellos y cuál es el siguiente paso. El camarero puede ser ayudante de cocina, el ayudante de cocina cocinero y el cocinero puede poner su bar o su restaurante . No se trata solo estar al servicio de un trabajo de alguien, sino ser capaces de tener autonomía en aquello que realizan. A nivel genérico hemos comenzado este curso de hostelería, hay muchos chicos interesados en un curso de arbitraje con la federación del deporte correspondiente y tenemos bastantes ideas. Lo malo siempre es la economía ya que todo cuesta dinero. Ojalá tuviésemos muchos voluntarios que impartiesen su sabiduría gratuitamente. Vamos a desarrollar  estructuras de este tipo para chicos y chicas sin estudio. No vamos a dar títulos pero sí el certificado del curso que han hecho, ojo, de 250 horas. El camarero tiene que saber cómo se hace una factura, qué es el IVA,  qué psicología hay que tener con la persona a la que se atiende. No es solo llevar la bandeja o poner la sartén. Son 250 horas y se buscan lugares donde puedan hacer prácticas. Es una formación que no está reglada pero que está creada para esos muchachos y muchachas que ya no se insertarían en un proyecto educativo de carácter reglado.  
Para este proyecto y para la propia formación profesional reglada la implicación del tejido empresarial supongo que será fundamental.
—Ahí tenemos la FP dual que es un nuevo concepto y una nueva experiencia aunque está costando porque las empresas, en muchos casos, están en crisis y eso ha llevado al despido de personal y a la no contratación de nuevas gentes a no ser con una supercualificación. A un alumno en prácticas hay que ayudarle, aunque lleva el acompañamiento, el seguimiento de los tutores del centro y las relaciones con las empresas. La experiencia, y no hablo de Jerez porque no lo conozco, no es siempre buena. No nos faltan empresas, pero tampoco nos sobran y hay que sensibilizar que si queremos tener profesionales del mundo laboral rápido hay que colaborar en la formación. 
Estábamos en su despacho cuyos rincones está conociendo. En los últimos años ha estado en Alicante y en Alcoy y ahora en un Jerez en el que comienza a tomar asiento, asumiendo que hay que seguir dando a conocer el carisma de Don Bosco
—Claro, los chicos, hasta aquellos que más nos desconocen, cuando acaban con nosotros los ciclos medios o superiores o estas experiencias de formación no académica tienen que ver no solo una formación de cara a un trabajo sino el testimonio de personas que lo hacen con amor, que lo hacen con ellos y por ellos, hay que escucharlos, atenderlos porque cada uno es distinto, porque sus orígenes familiares son distintos. A veces son ya de distintas procedencias de países. Ya no podemos hablar que todos son de Jerez. En los cursos que hemos comenzado hay chicos de cuatro o cinco nacionalidades distintas. Tenemos que estar atentos.La familiaridad, la cercanía, la asistencia, la presencia del educador con el educando no es fácil pero nosotros intentamos ser una familia. Cuando un chico o chica viene solo a un ciclo medio o superior únicamente está con nosotros dos años y medio se lo llevan de prácticas por lo que apenas nos da tiempo de conocerlos o que nos conozcan, pero el que lleva cuatro años o procede de la ESO o el Bachiller ya sabe que se está en casa, en la familia.
Hemos hablado de aspectos educativos, sociales...toca hacerlo de la Pastoral salesiana.
—La Pastoral es muy amplia. Qué lleva la pastoral o la evangelización. Es ver a las personas y reconocer en ellas al mismo Dios. Las bienaventuranzas serían la pastoral real. No solo la catequesis, que es una preparación para los sacramentos, no es solo la solidaridad o ejercicios de caridad o poner a los mayores en clave de voluntariado porque entonces se queda solo en la asistencia social. No es solo la fiesta, la dimensión asociativa con el centro juvenil o un grupo scout que juegan y se encuentran bien entre ellos, porque nos falta el elemento trascendente, lanzarnos al futuro. La pastoral con los chicos cada vez es más compleja. No es solo la sacramentalidad, ni la solidaridad o la actividad lúdica, ni un compromiso que no tenga unas raíces en el Evangelio y mire a las personas como Hijos de Dios, ya que entonces sería un compromiso de otro calibre y, para eso, hay cantidad de asociaciones y podemos nombrar incluso grupos poco molares que pueden acabar en sectas o cosas raras. La Pastoral tiene que integrar todos esos elementos. Que Dios está ahí, que con quien te encuentras es con Dios que te necesita y lo necesitas. Vivimos un mundo donde cada vez necesitamos estar más juntos, conectados y no solo por las redes sociales, sino de tú a tú. Por las redes sociales se puede escribir muy bien, pero no se puede decir cuánto te quiero o dar un abrazo. Se necesita estar presente en el momento del dolor o de la alegría. Don Bosco intuía darle a los jóvenes y adolescentes pronto una responsabilidad sobre la siguiente generación, que se preocupasen  de los más pequeños, ayudarles y acompañarlos. Hoy tenemos chicos con deficiencias físicas o mentales que también son hijos de Dios y no podemos dejarlos a un lado, porque en ocasiones no puedan, por ejemplo, hacer un deporte. Creemos un deporte para ellos porque no solo beneficiamos al muchacho que no puede sino también al que le ayuda.      
Ya que ha hablado de deportes. ¿Qué va a pasar con el viejo campo de fútbol?
—Tenemos que ver la situación. Llevo muy pocos días de director y apenas veinte en la casa. Lo que es cierto es que el deporte es un punto cada vez más fuerte, más presencial en la casa salesiana porque es un punto fuerte en los muchachos, sobre todo el fútbol. Y el deporte, como el teatro, el centro juvenil, o cómo podían ser, cada vez menos pensable por sus dificultades, una banda de música o un buen coro. Son actividades que se trabajan entre muchas personas, que hacen equipo y  no se hace un equipo solo para competir, si se gana mejor, sino para divertirse, integrarse, formar grupo y educarlos, siempre como actividad preventiva. El sistema salesiano  no es curativo, sino preventivo. No es coger al drogadicto, por ejemplo, y sacarlo de la droga, eso es curativo. Nosotros hacemos lo posible para que los chicos no caigan en cosas malas, en drogas, en la cárcel, en una desilusión, en quitarse la vida, que lo han hecho, o en entrar en un mal psicológico o psiquiátrico. Prevenir es darle felicidad y, a ser posible,  en una actividad y el deporte lo tiene en todas las dimensiones y eso es cosa buena.
¿Qué le ha dado tiempo de ver de Jerez?
—Poca cosa, la Catedral, y al señor Obispo con el que he estado reunido esta semana. Algunas calles y poco más. Ojalá tenga tiempo y también años por delante para poder conocer en profundidad a esta ciudad a la que he llegado a mediados del pasado agosto y a la que aún no he tenido la oportunidad de conocer en profundidad.
 

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