Al finalizar el partido un objeto lanzado desde la grada impactó en la frente del jugador del Xerez DFC Héctor Pizana, lo que le provocó una brecha. Curiosamente el árbitro no hace referencia explícita a ello en el acta más allá de que iba a acudir a un centro asistencial a curarse. No fue el único incidente que se produjo al final de un derbi que finalizó de la peor manera posible ya que se produjeron diversas escaramuzas entre aficionados de uno y otro equipo en las afueras de La Granja, lo que conllevó que la Policía Nacional tuviese que realizar distintas cargas para intentar que las partes se separasen y cesasen las peleas.

Obviamente una imagen que no debe volver a repetirse por el bien de un fútbol que entiende de sentimientos, de colores pero que no debe entender de violencia en instante alguno. No hay nada en absoluto que pueda tapar estas formas lamentables que se produjeron al finalizar de un partido en el que la tensión ambiental estuvo siempre presente.