Apuntábamos semanas atrás que la oportunidad que ofrece la crisis en buscar otras alternativas para salir al paso y marcar tendencia se ofrecía como clave y crucial para ello. Ante un verano más nacional turisticamente hablando si cabe que nunca por las lógicas precauciones y limitaciones que ofrece la situación, El Puerto se encamina en recuperar su espacio perdido y volver a tomar el mando en cuanto al turismo y ocio de la Bahía se refiere.
Por sus posibilidades, posición geografía y su marca de calidad, se posiciona en el camino correcto al subrayar el nombre y ponerlo en el mapa del ocio y disfrute. El turismo es un bien al alza al que todas las poblaciones buscan su rédido particular y su beneficio propio y de la que no todas aprovecharán el momento actual.
Las propuestas que se vienen cerrando va a convertir en una plaza de primera línea a la ciudad de la que todos saldremos ganando. Ante las nuevas medidas y con una realidad diferente, el verano se va a celebrar sí o sí. Y en esa diferencia es en la que la ciudad está sabiendo adaptarse a los nuevos tiempos.
Su adaptabilidad va a resultar vital para destacar y hacerse un hueco como destino seguro, cómodo y completo en Andalucía. El Puerto vuelve a sonar y para bien, y ello no es más que el trabajo que se viene haciendo contrarreloj para salir airoso en esta realidad que nos está tocando vivir.
Al turismo le ha tocado reinventarse y está teniendo en la ciudad a su mejor actor destacado para revalidar una posición en la que lucha para ganar. La apuesta es fuerte, como la competencia actual. El Puerto empieza a presentar sus credenciales para un verano que promete a pesar de todo.
