Con el calor la provincia de Málaga se llena de turistas y su población se multiplica, algo que los delincuentes aprovechan. Para pararles los pies, la Policía Nacional refuerza su plantilla con 380 agentes.

Es la llamada Operación Verano 2022, con la que se completa las medidas del Plan Turismo Seguro. Se incrementa la seguridad y vigilancia en vías de comunicación urbanas e interurbanas, calles, estaciones, puertos, aeropuertos, playas, hoteles y campings con personal, drones y un helicóptero.

Los objetivos son claros. Tal y como ha señalado el subdelegado del Gobierno en Málaga, Javier Salas, se busca “potenciar la prevención y la investigación” para impedir que aumenten los niveles de inseguridad, “minimizando tanto los riesgos asociados a la delincuencias común como la amenazada del terrorismo yihadista”; además de atender de forma “más rápida y eficaz” a los perjudicados.

También se reforzarán las actuaciones preventivas frente a la delincuencia itinerante y a los robos en viviendas, ante la posibilidad de que se vean incrementados en época estival por el previsible aumento del período de estancia en segundas residencias u otros lugares de destino vacacional.

La Policía Nacional, además, extremará la vigilancia frente a las ciberestafas, que motivan la interposición de un muy elevado volumen de denuncias durante los meses estivales como consecuencia del incremento en esas fechas del uso de internet para reservar alojamientos, paquetes de viaje y otros servicios turísticos.