La Semana Santa abre la puerta a la temporada alta de bares y restaurantes, lo que significa que se disparan las contrataciones. El número de trabajadores aumentan en unos 15.000, pasa de una media de 87.000 empleados “a picos de 102.000” en Málaga, ha indicado Javier Frutos, presidente de la Asociación de Hosteleros de Málaga (Mahos) y de la Federación de Empresarios de Hostelería de Andalucía, en II Jornada Emplea Turismo.
Posiblemente nunca más vamos a tener la cantidad de gente que hubo en 2019, pero los que están viviendo tienen un poder adquisitivo mucho más alto.Para cubrir puestos de trabajo, en la provincia se podría tomar como propia la solución planteada desde la patronal gaditana, Horeca. En Cádiz los hoteleros están estudiando contratar a camareros de Marruecos para hacer frente a la falta de personal. La escasez de profesionales cualificados es un “problema nacional, no solo de Cádiz”, ha asegurado Frutos, quien ha confesado que “ahora” están recurriendo a la II Jornada Emplea para cubrir vacantes, porque la “primera línea” es “fortalecer el talento que tenemos aquí”. Sin embargo, no ha descartado la idea de recurrir a migrantes como “plan b”: “Hemos tenido problemas con la falta de programadores y si traemos a ocho norteamericanos para que vengan al PTA diríamos que estamos atrayendo talento, creo que en la industria turística la atracción de talento es algo positivo”.
Como respuesta a la polémica sobre que “se paga poco” en la hostelería, el presidente ha asegurado que los perfiles más demandados, auxiliares de cocina y de camarero, están “en torno a 1.460 euros netos” al mes.
Alejado de polémicas ha hablado José Luque, presidente de la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos). Con el buen tiempo que se espera en Semana Santa, sin lluvia y soleado, los niveles de ocupación en los hoteles de la provincia superarán el 84 por ciento de media. Del Miércoles Santo al Domingo habrá “picos” que alcanzaran casi el lleno, como en Ronda o Marbella con un 95 y 91 por ciento de ocupación, respectivamente. Aunque aún se quedan cortas con las de 2019, son “buenas” previsiones, lo que anticipa un año “bueno, no tanto en volumen, sino en precio”. El número más reducido de huéspedes se “compensa” con el aumento del precio de la habitación de un 10 o 15 por ciento más alto con respecto a 2019, ha explicado.
Los chiringuitos que ya han abierto en marzo “están trabajando muy bien” gracias a las altas temperaturas, la ausencia de precipitaciones y los turistas. “Esperamos mucho más en Semana Santa”, ha pronosticado Manuel Villafaina, presidente de la Asociación de Empresarios de Playas (Aeplayas), pero cree que “posiblemente nunca más vamos a tener la cantidad de gente que hubo en 2019, pero los que están viviendo tienen un poder adquisitivo mucho más alto”.