Málaga se consolida como la locomotora que tira del crecimiento de la economía en Andalucía. Es el mensaje que lanzan los economistas al dar a conocer el último barómetro de la provincia. Aunque advierten, el tren malagueño continúa con un lastre: la falta de crédito que, apuntan, ha caído un 2,5 por ciento en el último trimestre de 2014. Según indican, el apalancamiento financiero sigue afectando a la creación de empleo.
Los economistas apuntan a que Málaga crecerá un 2,2 por ciento, frente al dos por ciento de la región. Al buen ritmo del sector turístico y agroalimentario, se suman, según señalan los expertos, la recuperación de la automoción y el inmobiliario.
Málaga cerró 2014 con un 30,9 por ciento de paro, cuatro puntos por debajo de Andalucía y, por sexto mes, la afiliación a la seguridad social aumentó. El aumento de la licitación pública, del número de viviendas visadas o la reducción de un 27% en el número de procedimientos concursales en empresas señalan datos halagüeños para la economía en la provincia.