La creación de 2 millones de puestos de trabajo hasta 2019, las pensiones, la defensa de la unidad de España y la lucha contra la corrupción. Han sido los objetivos que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha desplegado en Málaga en el arranque de la campaña electoral. Lo ha hecho arropado por 3.500 simpatizantes en el Palacio de Ferias de la capital, no sin antes darse un paseo por calle Larios donde ha recibido un baño de multitudes.
A golpe de selfie y con tiempo para unos churros en Café Central, Rajoy ha ensalzado el bagaje del PP y “la hoja de servicios a España, capaces de sacar adelante el país en 1996 y en esta última legislatura, convirtiendo a España en el país de Europa con mayor crecimiento económico”. “Una cosa es hablar, inventarse partidos desde la televisión y otra, tomar decisiones difíciles”, ha asegurado.
Junto a Rajoy, el presidente del PP andaluz, Juanma Moreno, que ha arremetido contra Ciudadanos en el Parlamento andaluz: “Se ha convertido en el apoyo fundamental para no cambiar nada”. Quien si ha barrido más para casa ha sido el cabeza de lista por la provincia, José María García Urbano. El también alcalde de Estepona ha prometido que “el PP seguirá garantizando el estado del bienestar en Málaga”, y ha puesto sobre la mesa proyectos como el tren de la Costa del Sol, las conexiones de ave y la mejora del litoral.
Las anécdotas de la jornada venían de la mano del presidente del PP malagueño, Elías Bendodo, que ha regalado al presidente un décimo de lotería y ha narrado un cuento para ensalzarle como “el mejor guía para España”. Cómo no, no han faltado menciones a la televisiva intervención del presidente en el programa de Bertín Osborne.