El portavoz del equipo de gobierno del PP en el Ayuntamiento de Málaga, Mario Cortés, ha reconocido este viernes que es "complejo" contar para el 1 de enero con empleados públicos que sustituyan a los actuales directores de distrito, en cumplimiento del acuerdo de investidura con Ciudadanos. Por ello, el alcalde, Francisco de la Torre, y el portavoz de C's, Juan Cassá, tendrán que determinar si se prorroga a los actuales o si directamente se dejan sin ocupar estos cargos hasta contar con los sustitutos.
Cortés ha precisado que ambas formaciones han querido sacar del debate de la campaña electoral este asunto para evitar "demagogias", por lo que a partir de la próxima semana se prevé que se sienten a "negociar" para revisar la petición firmada en el acuerdo de investidura de que los directores de distrito sean empleados públicos y el proceso de elección abierto por el PP.
Después de que el número de aspirantes que cumplen los requisitos no cubran las plazas que se ofertan, ha precisado que habrá que ver si se contempla la posibilidad de incrementar las retribuciones, o también existe la posibilidad de disminuir los requisitos, lo que, de todos modos, el edil del PP no ha considerado "lógico", teniendo en cuenta que "son puestos directivos que necesitan una mínima formación".
Sobre el papel de la oposición en esta polémica, Cortés ha vuelto a decir que "no tiene nada que opinar en los nombramientos de los cargos de confianza del alcalde, no pinta nada" y a María Gámez le ha lanzado un dardo al señalar que hablar de un recurso de reposición para anular el proceso de selección de los directores de distrito "es una chorrada".
Para Cortés el problema radica en que "entre los empleados públicos del Ayuntamiento no hay mucho interés porque las condiciones por convenio de un funcionario, con dietas, días de asuntos propios, horas extras..., son mejores".
Ante esto, Cortés ha insistido en que "se debe ver cómo cumplir el pacto de investidura, nombrando a directores de distrito que sean empleados públicos, pero garantizando que no se nos disparen los costes" afirmando para concluir que "Si un director cobraba 39.000 euros y ahora para hacer atractivo el cargo hay que subir ese salario a 60.000 o 65.000 euros, menudo acuerdo hemos firmado", ha advertido.
