La Junta de Andalucía ha dejado sin aula a cuatro alumnos del colegio CEI Altabaca, de la barriada de Nueva Málaga, a apenas dos días del comienzo escolar. Por ello, la secretaria general del PP de Málaga, Patricia Navarro, lamentó, este martes, de que se avisara tardiamente a las familias el pasado viernes, e incidió en la actuación de"mala fe" de Educación y, sobre todo, en la problemática de los padres afectados. "Es un problema que nos afecta a todos y que hoy, particularmente, tiene como protagonistas a las familias de los cuatro alumnos de Infantil que se han quedado sin plaza y las de los otros 12 que han sido reubicados en otras dos líneas, aumentando la ratio y afectando la calidad de la educación que recibirán", apuntó la dirigente del PP.
Por ello, Navarro aprovechó para reprochar a la Junta la “falta de planificación” en materia educativa, y “el exceso de improvisación a la hora de enfocar el nuevo curso académico”. “Hace tan solo dos días que los padres se han enterado de que una de estas aulas desaparecían de su centro escolar. Encontrándose con una de las tres línes de infantil de tres años eliminada y, sobre todo, con la incertidumbre de la reubicación de sus hijos”, insistió Navarro, que considera que “con este hecho se ha traspasado una línea roja, porque nunca hemos visto un acto de tanta injustica e improvisación”, añadió.
En cuanto a la atención educativa, Navarro subraró el déficit de educación que van a recibir estos niños, y que esta situación contradice el discurso de la Junta de que este año hay menos niños y más profesores, “cuando lo que han hecho es eliminar servicios educativos”. “La Consejería de Educación tiene la oportunidad perfecta de dotar de mayor calidad al sistema educativo", agregó.
Padres sin solución
La presidenta del AMPA del CEI Altabaca, Macarena Sánchez, defendió los mismos argumentos de las familias de entonces.”Los padres no quieren aulas masificadas donde sus hijos estén escolarizados sin la necesaria atención constante por parte de su maestra, que además no cuenta con ningún tipo de monitor de apoyo”. “El caso de los niños que se han quedado fuera del centro es muy dramático, puesto que en el el caso de uno de esos cuatro niños, como explica Sánchez, “ya estaba matriculado y tenía comprado el material, conociendo a su seño, y sus padres tenían toda la ilusión por que empezara su etapa en en el mismo centro que ellos estudiaron”. Nos vemos ahora con dos clases masificadas de niños pequeños cuando todo estaba planificado y organizado y cuando en junio se habían ofertado y se habían cubierto los puestos escolares sin problemas". Las familias ni entienden ni comparten esta decisión, sobre todo cuando insisten en que hay demanda de plazas en la zona”, finalizó Sánchez.