La Asociación Ciriana ha lanzado recientemente su propuesta de un Anillo Verde-Azul para Churriana, una propuesta que va más allá de lo puramente medioambiental, al tener tintes sociales y etnográficos, y que ha sido recogida por el Ayuntamiento de Málaga para el estudio de su viabilidad, precisamente esta misma semana en la que ha anunciado que continúa con los primeros pasos de su propio Proyecto Anillo Verde ya que a través del Observatorio de Medio Ambiente Urbano (OMAU) dependiente del Área de Innovación y Digitalización Urbana, se han contratado los primeros estudios técnicos que se realizarán en la zona este de la ciudad.
Desde el propio Consistorio se ha indicado que la Asociación Ciriana presentó al Ayuntamiento el proyecto que busca la restauración ecológica de los espacios periurbanos para convertirlos en parques de uso público, así como el desarrollo de proyectos de restauración ambiental y que, de momento, el Área de Sostenibilidad Medioambiental ha adquirido el compromiso de estudiar su viabilidad.
Pero, ¿qué tiene de especial la propuesta de Ciriana? Se trata de un proyecto que tiene detrás un año de trabajo, según comentó a Viva Málaga Mari Cruz Torres, del citado colectivo, que se ha elaborado con la colaboración solo del Centro de Estudios Medio Ambientales del Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz y que, además del consistorio malagueño, ya tienen en su poder también la Junta de Andalucía o a la Delegación del Gobierno. Y que como reconoció el Ayuntamiento, “propone nuevos escenarios innovadores y ambientales para construir una ciudad más habitable y protegida de los riesgos derivados del cambio climático”, lo que se hace “promoviendo la participación de todos los agentes sociales y económicos locales”.
Torres además añade que “el Anillo Verde es un proyecto amplio que va mucho más allá del Cinturón Verde” que consideran “obsoleto” ya que “por la antropización de la última década no es viable, ni da respuesta a los graves problemas de saneamiento e inundabilidad” de la zona. Ciriana considera que el modelo a imitar es “el anillo tal como se está haciendo en otras ciudades costeras con problemas muy similares a los nuestros” y destaca en su estudio como ventajas añadidas: la mejora paisajística, el incremento de la biodiversidad, el aumento de la interacción social, la sensibilización y participación ciudadana, el desarrollo económico y contar con espacios “Free-covid19”.
Nombres propios en este proyecto que “surge para desarrollar la propuesta, que desde la plataforma ciudadana Torre Vigía se lanzó para ampliar el Paraje Natural de la Desembocadura del Guadalhorce y conectarlo mediante corredores ecológicos con la sierra de Churriana, a través de la recogida de más de 70,000 firmas”, son el Paraje de la Desembocadura del Río Guadalhorce, el Yacimiento Arqueológico del Cerro del Villa, Arraijanal, la Hacienda Santa Isabel, La Cizaña, el Campamento Benítez, La Hacienda Santa Tecla, la Cantera de Sillero-Coto, el Arca Fuente del Rey, el Paseo del Agua, el Olivar de San isidro, donde se desarrolla la romería, el Jardín histórico La Cónsula, el Parque de El Cuartón, la propuesta de un Parque Mozárabe por parte de la propia Ciriana, el Cementerio de San Antón Abad y El Parque Agrario Cortijo Pizarro.
Además, da respuesta a problemas concretos, como son la pérdida de masa arbórea y hábitats naturales, muchos de ellos prioritarios; la pérdida de yacimientos arqueológicos de distintas etapas; la fuerte regresión marina; los graves problemas en infraestructuras de saneamiento y vertidos de fecales; la inundabilidad; la contaminación de aguas superficiales-subterráneas; la pérdida de conectividad ecológica y social, y la contaminación del aire por la actividad de la cantera del Sillero, según Ciriana.
Se trata de la aplicación de fórmulas de planificación territorial y de medidas para la resolución de gran número de problemas de diferente tipo, relacionados con la gestión del agua, la biodiversidad, el ahorro de recursos naturales, el uso público, etc. Siguiendo el modelo de ciudades que lo han puesto en marcha con éxito hace años, como Vitoria Gasteiz. El objetivo es doble: por un lado, restaurar ecológicamente los espacios periurbanos, y por otro, convertirlos en parques de uso público, en los que la ciudadanía pueda desarrollar actividades de ocio, deportivas, etc., de manera compatible con la conservación del medio.
