La
facturación del olivar, que
descendió este año en Málaga un 36,8% respecto a 2019,
lastró la facturación del
sector agrícola malagueño, que
ha caído un 6,9%, hasta los
682,29 millones de euros.
La Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA), destacó ayer en su balance anual el descenso de la facturación del sector respecto al pasado año, en el que se facturaron 733 millones.
La
agricultura, con una cifra de
568,5 millones de euros,
disminuye su facturación respecto a 2019 un 7,3%, mientras que la
ganadería facturó
113,79 millones y también
se redujo un 4,93% respecto al año anterior.
Una bajada importante de la producción de aceite hizo que la facturación del
olivar, que sigue siendo el
cultivo mayoritario de la provincia con más de 130.000 hectáreas, haya
descendido un 36,8%, hasta situarse en 141,8 millones.
La facturación de aceite fue de 115,72 millones, debido a una bajada importante de la producción después de un año casi récord y un considerable descenso de la producción en España, al existir un importante excedente de la campaña anterior y una muy buena producción en otros países del Mediterráneo.
También
bajaron las facturaciones de la leche de cabra, el porcino blanco, la carne de chivo y el porcino ibérico, según los datos de ASAJA.
Facturación por productos
Los
cultivos generaron una
facturación de 163,65 millones, un 18,8% más que en 2019, y destaca el
aguacate, con
131,64 millones de euros, que supone un
récord de facturación en la provincia. También creció la facturación de los
cítricos, hasta superar los
70 millones de euros (+37,2 %), ya que fueron uno de los productos más consumidos, con alta demanda y buenos precios durante los meses de la pandemia, señala la organización agraria.
En contraposición, los cultivos
hortícolas y tubérculos facturaron
la cifra más baja en lo que va de siglo, 143,81 millones, un descenso respecto de 2019 de un
5,77% y más de 3,86 millones, debido, entre otras cuestiones, a caídas “moderadas pero constantes” en melón, cebolla o judías verdes.
Los
cultivos herbáceos, el almendro y el viñedo se mantienen en niveles similares “aunque muy lejos de los niveles óptimos de rentabilidad que necesita el agricultor” mientras que la asociación define a la producción y comercialización de la castaña en 2020 como “un desastre sin paliativos”.
Por último,
la covid ha “arrastrado” a un descenso del 28% de la facturación al porcino ibérico –debido a las consecuencias del cierre del canal HORECA, según ASAJA-, mientras que
la leche de cabra y la carne de chivo descienden un 6,81% y un 8,15 respecto a 2019, respectivamente.