El Pleno extraordinario celebrado en el Ayuntamiento ha servido al equipo de Gobierno de Ángeles Muñoz para sacar adelante, de forma definitiva y con el voto desfavorable de los grupos de oposición, unos presupuestos municipales que ascienden a 203 millones de euros y que empezarán a aplicarse desde ya.
Lo que ocurre es que el documento ha estado expuesto durante semanas, sujeto a enmiendas y alegaciones y éstas, particularmente las planteadas por los grupos de oposición, han generado controversia y debate. En general, salvo algún error detectado en el texto por Opción Sampedreña, que se corregirá, han sido todas desestimadas en bloque.
El Partido Socialista puso objeciones al reparto del dinero, tanto el recaudado como, especialmente, el invertido en equipamientos y servicios públicos. Presentó más de un centenar de alternativas que dicen recabadas entre la ciudadanía. Desde el equipo de Gobierno han cuestionado el realismo y el rigor de estos planteamientos.
Con IU, la situación ha sido similar. La formación ha reclamado mayor participación de la oposición en los órganos de gobierno y más aportaciones a políticas sociales, sin embargo Romero les ha acusado de no aceptar la mayoría del PP y hacer planteamientos alejados de la realidad, que no producen ahorro en las arcas públicas.
En el caso de Opción Sampedreña, Romero ha tildado de incongruentes algunos planteamientos de la formación, como el relativo a reforzar la dotación para los distritos, cuando se habían mostrado contrarios a ese modelo de gestión. Dice el portavoz municipal que sus fórmulas de optimización de las cuentas son ineficaces, pero Piña ha contraatacado cuestionando la forma en que se han calculado los gastos de personal.
Finalmente las enmiendas de la oposición no han modificado el Presupuesto diseñado por el equipo del Gobierno, del que dicen que garantiza la estabilidad económica del municipio y de la plantilla municipal, merced a un importante ahorro en gastos corrientes y recortes puntuales en distintos ámbitos, para compensar un notable descenso en los ingresos por recaudación y el pago de deuda heredada. La oposición insiste en que abundan las externalizaciones de servicios y hay demasiado gasto en personal de confianza y afín al PP.
