La nave tripulada rusa Soyuz MS-09 aterrizó hoy sin novedad en la estepa de Kazajistán, informó el Centro de Control de Vuelos Espaciales (CCVE) de Rusia.
A bordo de la cápsula de descenso regresaron a la Tierra desde la Estación Espacial Internacional (EEI) el cosmonauta ruso Serguéi Prokópiev, la estadounidense Serena Auñón-Chancellor, de la NASA, y el alemán Alexander Gerst, de la Agencia Espacial Europea, quienes permanecieron en el espacio un total de 197 días.
La Soyuz tocó tierra a 05.02 GMT a unos 140 kilómetros al sureste de la ciudad kazaja de Zhezkazgán, tal y como estaba programado.
"Los tripulantes se siente bien", dijo un portavoz del CCVE, tras informar de que los viajeros espaciales están siendo evacuados del módulo de descenso.
Los tripulantes de la nave rusa trajeron a Tierra una serie de muestras con resultados de diversos experimentos científicos, entre ellos tejidos de cartílagos y de una glándula tiroides impresos en la EEI con ayuda de una bioimpresora.
Sin embargo, para Roscosmos, la agencia espacial rusa, la carga más esperada es el fragmento del revestimiento de la Soyuz MS-09, que permitirá esclarecer el misterio del pequeño agujero en su casco, practicado con un taladro, que provocó una fuga de aire en la EEI.
El pasado 30 de agosto, los tripulantes de la plataforma orbital detectaron un pérdida de presión, producto de un agujero en un compartimento de la nave rusa, que consiguieron emparchar, con lo que se puso fin al fuga de aire.
A fin de esclarecer origen del agujero, Prokópiev y su compañero ruso Oleg Kononenko, realizaron una caminata espacial de 7 horas y 45 minutos de duración con el fin de extraer un trozo de revestimiento la Soyuz.
Esta operación se debió a que la parte de la nave donde se hallaba el orificio se destruye en las capas altas de la atmósfera cuando esta regresa a la Tierra.
A bordo de la EEI, además de Kononenko, permanecen el astronauta canadiense David Saint-Jacques y la estadounidense Anne McClain, a los que se unirán otros tres tripulantes el próximo 1 de marzo.
La EEI, un proyecto de más de 150.000 millones de dólares en el que participan 16 naciones, actualmente está integrada por 14 módulos permanentes y orbita la Tierra a una distancia de 400 kilómetros y una velocidad de más de 27.000 kilómetros por hora.