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Lexus RX 450h L Luxury: El ECO de siete asientos

Lexus ha incorporado a su SUV grande, el RX híbrido, dos plazas adicionales en la tercera fila. A esta versión se la conoce porque añade la letra L.

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Para los que necesiten siete asientos para transportar a la familia y además quieran tener en su vehículo la pegatina ECO que abre las puertas de las ciudades en episodios de contaminación, decirles que Lexus tiene una solución.

Lo que ha hecho es incorporar a su SUV grande, el RX híbrido, dos plazas adicionales en la tercera fila. A esta versión se la conoce porque añade la letra L.

Primero que hay que decir de éstas es que son escamoteables y que se liberan y ocultan de forma automática pulsando los botones que hay en ambos lados del maletero.

Con esta operación, y de forma eléctrica, se puede optar por sacar solo una o las dos butacas. Esta maniobra es muy cómoda y rápida en momentos en los que hay que partir con presteza o cuando aparecen uno o más invitados y las dos primeras filas ya las hemos llenado en el colegio al recoger a nuestros hijos y a alguno de sus amigos.

Destacar que esas dos plazas adicionales están más pensadas para menores que para adultos, a pesar de que la banqueta de la segunda fila se desplaza longitudinalmente para poderles dar más espacio a ellos o al maletero.

Ya que hemos empezado por la modularidad y habitabilidad del interior indicar que las plazas delanteras son muy cómodas. En el caso del conductor, cuando encendemos el coche -por botón- se nos acerca el volante y la banqueta se pone en la distancia que ha memorizado anteriormente.

Esto facilita enormemente el inicio de la marcha desde una posición más elevada que en un turismo normal. Otra de las características del puesto de conducción es que es bastante ergonómico.

El sistema de infoentretenimiento está situado en el centro, por encima del salpicadero y sin integrarse, ya que es de tipo flotante. Esta ubicación le hace muy accesible para el conductor y su copiloto.

En la pantalla hay diferentes menús: navegación, radio, teléfono, estado del vehículo o la climatización. También a través de ella vemos las imágenes de la cámara trasera durante las maniobras de aparcamiento.

Pero lo que más va a interesar a los conductores de este tipo de vehículos híbridos es la información referida al consumo y al tiempo en que el motor eléctrico funciona e impulsa a este SUV de 2.275 kilogramos de peso.

En la TFT central se puede consultar cuál de los motores está en funcionamiento y en qué estado de recarga se encuentra la batería de acumulador de níquel, en vez de ión-litio como en la competencia. También, pero de una forma menos pormenorizada, se puede mirar lo citado en la pequeña pantalla que hay en el centro del cuadro de relojes.

Para acceder a las diferentes informaciones de la pantalla grande disponemos de unos botones para elegir Mapa o menú, además de una pequeña palanca que hace las funciones de un joystick.

Como Lexus que es, su motorización es híbrida. En este caso monta un propulsor de gasolina y dos eléctricos, uno delante y otro detrás, para poder ofrecer tracción a las cuatro ruedas.

La potencia conjunta de los tres es de 313 CV/230 kW que se gestionan a través de una transmisión de una marcha única de tipo variador continúo VTC.

El sistema de propulsión solo se hace notar en el interior cuando entra el motor de gasolina y revoluciona el propulsor para adquirir velocidad de una manera más rápida. Pero, en general, es muy agradable tanto en carreteras rápidas como callejeando por ciudad.

A la pregunta de cuánto tiempo o qué distancia es la habitual en la que el coche puede ser movido por el motor eléctrico, no hay una respuesta por parte del fabricante.

El coche, dependiendo de la temperatura exterior y de la capacidad de la batería, arranca en modo eléctrico o con el motor de combustión.

En el primer caso, en el momento que aceleremos con algo de decisión, entra rápidamente el propulsor de gasolina. Esto por ejemplo no sucede sí hemos aparcado en una cuesta descendente.

Lo que dice Lexus es que, más allá de la distancia máxima que se puede recorrer en modo eléctrico, entre 1,5 y dos kilómetros, lo que hay que tener en cuenta es el tiempo total en que este está funcionando sin liberar emisiones a la atmósfera.

El caso más claro es cuando estamos en autopista y vamos a modo vela, dejando que el coche se mueva por inercia y sin tocar el acelerador o a punta de gas.

Más veces veremos en el cuadro de relojes la palabra EV (de modo eléctrico y en verde) cuando circulemos por ciudad. Con atascos es cuando más claramente notaremos la importancia del motor eléctrico.

En esos recorridos optaremos habitualmente por el modo Eco. También hay otro Normal y un tercero Sport. Para elegir entre ellos el conductor dispone de una rueda detrás de los reposabotellas centrales para pasar de uno a otro. Si se gira a izquierdas se opta por una conducción eficiente y si se torna hacia la derecha el coche gana en agilidad y respuesta. El centro es el espacio del modo Normal.

Debajo de esta rueda tenemos un botón EV para que el coche, si hay suficiente energía en la batería, solo circule en modo eléctrico.

La marca premium japonesa, propiedad de Toyota, le ha homologado un consumo mixto de 6 litros. En la prueba realizada por Efe en la que ha habido más tramo de autopista que de circulación por ciudad el gasto ha sido superior a los nueve litros.

Su comportamiento en marcha es muy confortable para todos los pasajeros. Donde más va a ser apreciable es en viajes, puesto que el espacio que hay para las piernas, hombros y cabeza es muy destacable.

La amortiguación trata muy bien a los ocupantes al adaptarse perfectamente al terreno por el que circula sin rebotes secos. Lo mismo sucede si decidimos sacar a este SUV del asfalto y hacerle andar por pistas de tierra.

Su longitud, de casi metros (unos 11 centímetros más que el RX de 5 plazas), no es la más indicada para entrar fuerte en curvas cerradas.

Como es habitual en un SUV, hay que tener en cuenta el peso y la altura del vehículo que conducimos para evitar que nos pueda aparecer el subviraje.

Donde sí que esta ley de la física parece no aplicarse es a la hora de maniobrar. El giro y la asistencia de la que dispone la dirección hace olvidarse rápido de que se está ante un automóvil de casi cinco metros.

Por lo que respecta al diseño, la vista exterior es muy contundente por las zonas afiladas que exhibe. Esto se aprecia claramente en la parte frontal que tiene forma de punta de flecha.

El uso de cromados enmarcando la amplia parrilla y las formas afiladas de los faros, junto a unos antinieblas encastrados en unos pequeños triángulos, le dan una imagen moderna y robusta.

La vista lateral es la que más deja entrever que la carrocería se ha alargado para dar espacio a una tercera fila sin tener que renunciar a un maletero de 432 litros, que se puede ampliar hasta los 1.656 litros. Si se emplean las siete plazas el hueco para las maletas se reduce a 176 litros.

La trasera también destaca por transmitir solidez y estabilidad. El difusor trasero, junto a la línea cromada que une, por encima de la matrícula, los dos faros, da buena cuenta de la horizontalidad que presidente también el diseño de este vehículo.

En el interior también se aprecia claramente el cuidado de los detalles y de materiales de calidad. El reloj analógico que hay entre los dos difusores de aire centrales, la tapicería de cuero, los asientos calefactables y ventilables, el equipo de música, el cargador inalámbrico del móvil o el techo practicable. 

Sobre éste último decir que solo ocupa las plazas centrales, cuando ahora lo que se estila en la competencia es que este vidrio sea panorámico y llegue hasta las plazas traseras para dar más luminosidad al habitáculo.

En definitiva, el Lexus RX 450h L es un SUV diferente a lo que ofrece actualmente la competencia, por lo que es difícil buscarle rivales directos.

Esta dificultad estriba en que solo se ofrece con motorización híbrida, lo que lleva aparejada la etiqueta ECO, que algunos de sus competidores no tardarán de lograr con la tecnología "mild hybrid ( de media hibridación)".

El resto de marcas premium se decantan por la gasolina y el diésel, aunque tienen como es el caso de Volvo y Porsche -o van a incorporar próximamente- alguna versión híbrida enchufable (que tiene un consumo más bajo que un híbrido a secas y que está catalogada con la etiqueta Cero Emisiones).

Hasta que llegue, el conductor que apueste por este Lexus se va a encontrar con un vehículo muy diferente, por motorización y por diseño, respecto a lo que comercializan actualmente las marcas alemanas, que son las que todos quieren batir. El precio a desembolsar no es bajo en comparación con estos, pero la etiqueta ECO es un valor a tener en cuenta a la hora de hacer números.
 

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