Esta ley es uno de los compromisos del Gobierno para esta legislatura y tiene como fin reformar la norma vigente desde 1980 para adecuarla a las nuevas circunstancias y al pluralismo religioso que hay en España.
El texto que aprobará el Ejecutivo “marcará las líneas del estado laico y el papel que le corresponde a los poderes públicos” en su relación con las distintas confesiones, según las fuentes.
La intención de la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega es que el Consejo de Ministros le dé luz verde antes de julio, aunque no se descarta prorrogar el plazo “algún mes más”.