La clase política española ha vuelto a valorar el anuncio de ETA de dejar la lucha armada como una victoria de la democracia frente al terror, y ha apelado a la unidad de todos para este nuevo proceso que se abre.

El portavoz del Gobierno, José Blanco, ha considerado que "ha ganado la democracia" y "la valentía" y ha destacado la "tenacidad, firmeza y coraje" del jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, así como la labor de todos los ministros del Interior, "singularmente" la de Alfredo Pérez Rubalcaba.


Por su parte, el lehendakari, Patxi López, ha anunciado que convocará de "forma inmediata" a todos los partidos políticos con representación institucional, incluida la coalición Bildu, para buscar la "máxima unidad" ante el "nuevo tiempo", pero ha pedido "tranquilidad y prudencia" para no cometer "errores".


El candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha asegurado que "las víctimas" de ETA "escribirán la historia" de "dolor, sufrimiento, daño" e inutilidad que ha desembocado en la "derrota" de los terroristas ante "la gran victoria de la democracia".


Por parte del PP, su portavoz en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, ha asegurado que el Partido Popular "es el garante de que no va a haber precio ni condiciones políticas" con ETA, y ha pedido "cautela y prudencia" ante el anuncio, porque lo que espera su partido es la disolución definitiva y la desaparición de la banda.


El presidente del PNV, Iñigo Urkullu, ha afirmado que Euskadi vive "un momento de alegría individual y colectiva", pero ha advertido de que "no todo está hecho", ya que es necesario "trabajar" la paz, la reconciliación y la concordia.

La izquierda abertzale ha advertido de que la "decisión histórica" del cese definitivo de la violencia de ETA "no supone el cierre del conflicto político", por lo que ha abogado por iniciar un diálogo para lograr un "acuerdo democrático" sobre "el reconocimiento del pueblo vasco y el derecho a decidir".

El diputado general de Gipuzkoa, Martín Garitano (Bildu), cree que a partir de ahora "los gobiernos español y francés y ETA tendrán que abordar las consecuencias del conflicto, entre las que se encuentran de forma destacada las víctimas de uno y otro signo", así como "los presos y sus circunstancias".

El expresidente del Gobierno Felipe González considera que, en el comunicado, ETA "ha reconocido con una literatura falsa su derrota", por lo que ha pedido que "no se arrebate a los demócratas el ser los que construyan el relato de lo que pasó y cómo pasó".

El coordinador federal de IU, Cayo Lara, cree que el comunicado de la banda "abre la posibilidad cierta" de que se pueda ver el fin del terrorismo.

Para el candidato de CiU a las generales, Josep Antoni Duran Lleida, ETA está "totalmente derrotada y no hay marcha atrás", y no cree que el anuncio de la banda de dejar la lucha armada tenga "mucha relevancia" en el contexto electoral, ya que "no perjudicará al Gobierno del PSOE pero tampoco creo que lo beneficie de manera especial".

La portavoz de UPyD, Rosa Díez, ha alertado de las "consecuencias nefastas" de creer a ETA y considera que el comunicado es sólo un anuncio más de los que ha hecho a lo largo de su historia.

El presidente del Tribunal Constitucional, Pascual Sala, ha subrayado, tras homenajear con otros miembros del TC a Francisco Tomás y Valiente, que el recuerdo a las víctimas "debe ser algo esencial en una situación como la actual, ante la que siempre hay que ser cautelosos".

El vicepresidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Fernando de Rosa, ha advertido de que la los jueces van a seguir aplicando la ley en las causas abiertas sobre terrorismo.

El fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Javier Zaragoza, considera que el anuncio de ETA debe ir acompañado, a corto plazo, de la entrega de las armas y de quienes tienen causas pendientes con la justicia.

La presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo, Maite Pagazaurtundua, ha dicho que el anuncio de ETA es "la confirmación definitiva de que matar ya no es rentable" para la banda, que por eso busca ahora, ha advertido, la "victoria política" y la "impunidad para sus presos".

La familia del ex ministro del PSC Ernest Lluch, asesinado por ETA en el año 2000, ha instado a las víctimas a no intervenir en el proceso de paz porque no son objetivas, y ha pedido a las administraciones que acerquen los presos etarras al País Vasco.