Alrededor de 200 personas, entre soldados y rebeldes, han muerto desde el pasado 14 de julio como consecuencia de la ofensiva lanzada por el grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23) en las proximidades de Goma, capital de la provincia de Kivu Norte (este de la República Democrática del Congo, RDC), según han informado fuentes locales y oficiales.
Al menos 51 rebeldes y cinco soldados perdieron la vida solo en los combates de ayer martes al norte de Kanyaruchinya, a quince kilómetros de Goma, según han informado fuentes de la sociedad civil de Kivu Norte a la agencia de noticias china Xinhua. Aparte, al menos 120 elementos del M23 y una decena de militares murieron entre los días 14 y 15 de julio a causa de los combates, según los datos oficiales del Gobierno de Kinshasa.
Entre los rebeldes fallecidos ayer martes figuran quince hombres con uniforme del Ejército ruandés y que "han sido identificados como sujetos indudablemente ruandeses", han añadido las mismas fuentes de la sociedad civil. Las autoridades congoleñas ha acusado a Ruanda de estar ayudando al grupo rebelde e incluso de haber concedido asilo político a miembros del M23, violando con ello sus propios compromisos en función del acuerdo marco firmado el pasado mes de febrero en Addis Abeba.
"Nuestro objetivo es alejar el peligro de Goma y expulsar a los criminales del M23", ha declarado a Xinhua el jefe de los comandos del Ejército en Kivu Norte, el coronel Mamadou Mbala.
Por su parte, el M23 ha acusado a la misión de la ONU en la RDC (MONUSCO) de haber permitido el uso de sus instalaciones en Kanyaruchinya al Ejército de la RDC y a los rebeldes hutus de las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), lo cual ha "impulsado la reanudación de las hostilidades" y supone una "contradicción de su mandato".
