El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha advertido a Estados Unidos de que su intervención militar en Siria se traducirá en "una escalada del conflicto más allá de sus fronteras" y de que será considerada "un acto de agresión", en un artículo publicado en el diario 'The New York Times'.
Putin ha subrayado que "podría desequilibrar el orden internacional" ya que "podría socavar los esfuerzos multilaterales para resolver el problema del programa nuclear de Irán y el conflicto entre israelíes y palestinos, desestabilizando aún más Oriente Próximo".
También ha alertado de que podría dar lugar a "un aumento de la violencia y a una nueva ola de terrorismo". "Hay mercenarios de países árabes, occidentales e incluso de Rusia luchando en Siria. ¿Acaso no volverán a nuestros países con toda la experiencia adquirida allí? Es una amenaza para todos", ha planteado.
El ex agente de la KGB ha sostenido que "en Siria no hay una batalla por la democracia, sino un conflicto armado entre el Gobierno y la oposición en un país multirreligioso". "Hay unos pocos campeones de la democracia, pero hay más que suficientes combatientes de Al Qaeda y otros extremistas", ha recordado.
Asimismo, ha augurado que "resultará en más víctimas inocentes". "No importa lo limitados que estén los ataques o lo sofisticadas que sean las armas, las bajas civiles son inevitables, incluidos ancianos y niños, a los que se supone que protegerían", ha argumentado.
Putin ha admitido que "no hay dudas de que se ha usado gas venenoso en Siria", pero ha considerado que "hay muchas razones para creer que no lo ha usado el Ejército sirio, sino las fuerzas opositoras para provocar la intervención de sus poderosos patrocinadores extranjeros".
ERRORES DEL PASADO
Además, ha apuntado a la "alarmante tendencia" de Estados Unidos a intervenir en conflictos ajenos. "¿Acaso es por sus intereses a largo plazo? Lo dudo. Millones de personas en todo el mundo ya ven a Estados Unidos no como un modelo de democracia, sino como alguien en quien confiar por la fuerza bruta", ha señalado.
También ha argumentado que "ha quedado demostrado que el uso de la fuerza no es efectivo". "Afganistán está tambaleándose, nadie puede decir qué pasará después de la retirada internacional. Libia está dividido en tribus y clanes. En Irak la guerra civil sigue. La gente hace paralelismos con Siria y se pregunta por qué su Gobierno quiere repetir los mismos errores", ha indicado.
De la misma forma, ha alertado de que "el mundo pensará: si no puedes confiar en el Derecho Internacional, debes encontrar otros caminos para garantizar tu seguridad". "Por ello, cada vez más países buscan adquirir armas de destrucción masiva. Es lógico: si tienes la bomba, nadie te toca", ha explicado.
"ACTO DE AGRESIÓN"
Por todo ello, ha instado a Estados Unidos a "abandonar el lenguaje de la fuerza y volver al camino político, diplomático, civilizado". "No estamos intentando proteger al Gobierno sirio, sino el Derecho Internacional", ha aclarado.
A este respecto, ha recordado que "actualmente el uso de la fuerza solamente se concibe para la autodefensa o por una decisión del Consejo de Seguridad". "Todo lo demás es inaceptable, de acuerdo con la Carta de Naciones Unidas, y será considerado un acto de agresión", ha alertado.
"Tenemos que usar el Consejo de Seguridad y creer que preservar la ley en un mundo complejo y turbulento como el actual es uno de los pocos caminos para mantener las relaciones internacionales lejos del caos. La ley es la ley y debemos cumplirla, nos guste o no", ha sentenciado.
Así, ha considerado que la disposición del Gobierno sirio a poner sus armas bajo custodia internacional, para garantizar que no sean usadas en la guerra civil, y evitar con ello una intervención militar extranjera, "es una nueva oportunidad".
"Rusia, Estados Unidos y todos los miembros de la comunidad internacional debemos aprovecharla (...) porque, si conseguimos evitar el uso de la fuerza contra Siria, mejoraremos la atmósfera de las relaciones internacionales y la confianza mutua. Será un éxito conjunto y abrirá la puerta a la cooperación en otros asuntos sensibles", ha señalado.
En este sentido, ha celebrado el discurso que su homólogo estadounidense, Barack Obama, dirigió ayer a la nación, en el que se comprometió a explorar las posibilidades de éxito de la vía diplomática, aunque sin descartar totalmente la intervención militar.
"Creo que Estados Unidos cree que se trata de una alternativa a la intervención militar y valoro su disposición a seguir hablando con Rusia. Debemos trabajar juntos para mantener viva esta esperanza", ha estimado.
No obstante, ha reprochado a Obama que afirmara que "Estados Unidos es excepcional". "Es extremadamente peligroso animar a la gente creer que es excepcional. Hay países ricos y pobres, grandes y pequeños, con una larga tradición democrática y que todavía están buscando su camino hacia ella. Todos son diferentes, pero no debemos olvidar que Dios nos creó como iguales", ha dicho.