Kenneth Bae, uno de los dos estadounidenses que seguían detenidos en Corea del Norte y que finalmente han sido liberados este fin de semana, ha dado las gracias al Gobierno de Kim Jong Un por dejarle "volver a casa".
"Me gustaría dar las gracias al Gobierno norcoreano por permitirme volver a casa y reunirme con mi familia", ha dicho, en declaraciones a la prensa a su llegada a la base militar Lewis-McChord, en el estado de Washington.
Interrogado por la prensa sobre su estado de salud, se ha limitado a decir que se está "recuperando". "También quiero daros las gracias por apoyarme durante todo este tiempo", ha dicho a los periodistas, según informa la cadena estadounidense CNN.
Bae y Matthew Todd Miller fueron liberados el sábado, después de que el director de Inteligencia, James Clapper, viajase a Pyongyang para entregar al Gobierno norcoreano una carta del presidente estadounidense, Barack Obama.
En esta carta, Obama instaba al líder norcoreano, Kim Jong Un, a permitir que los dos estadounidenses volvieran a casa, sin embargo, Clapper no logró ser recibido por Kim y abandonó el país asiático sin garantías de la liberación de Bae y Miller.
El Gobierno norcoreano, por su parte, ha publicado un comunicado en el que asegura que ha recibido una "disculpa" por parte de Obama por las acciones cometidas por Bae y Miller. "Los dos se arrepienten sinceramente de sus crímenes", ha indicado.
DETENIDOS EN COREA DEL NORTE
En abril de 2012, Bae fue detenido y condenado a 15 años de trabajos forzados por "crímenes contra el Estado". El misionero estadounidense, que dirigía a un grupo de turistas en Corea del Norte, fue acusado de "reclutar" gente.
Miller, por su parte, fue arrestado el pasado mes de abril tras romper su pasaporte estadounidense y pedir asilo a Corea del Norte. El régimen comunista le acusó de cometer "actos hostiles" y le condenó por espionaje a seis años de trabajos forzados.
Bae y Miller eran los últimos estadounidenses que quedaban retenidos en Corea del Norte. El pasado 21 de octubre, Jeffrey Fowle, que en mayo fue detenido y acusado de conspirar contra el Gobierno de Kim por dejar una Biblia en el baño de un club náutico, también fue liberado.