El Pentágono aseguró hoy que, pese a ser "complicado" y no especificar aún instalaciones alternativas, se puede cerrar la prisión de la base naval de Guantánamo (Cuba) con la colaboración del Congreso antes de que en enero de 2017 finalice el mandato del presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
El portavoz del Pentágono, Peter Cook, aseguró que el cierre del penal, donde permanecen 91 internos, dependerá de "lo rápido" que el Congreso se movilice y del compromiso del Legislativo a ejecutar el plan presentado hoy, tildado por algunos senadores republicanos de poco detallado.
"Todo esto depende, en gran medida, del Congreso y de qué tan rápido quiere que se actúe en base al plan que hemos presentado. Los responsables del Departamento de Defensa que han analizado el plan creen que es posible completar los objetivos, aunque es complicado dado el calendario", señaló Cook en una rueda de prensa.
De los 91 presos que alberga actualmente Guantánamo, un total de 35 han recibido la aprobación para ser enviados a terceros países "en los próximos meses", sostuvo bajo anonimato un alto funcionario en una conferencia telefónica con periodistas.
En cuanto a los 56 restantes, 10 afrontan cargos o han sido condenados en procesos ante comisiones militares y los demás son considerados demasiado peligrosos para salir en libertad o ser transferidos, pero sus casos serán revisados para determinar si pueden ser puestos en libertad.
El nuevo plan elaborado por el Pentágono considera 13 localizaciones diferentes en territorio estadounidense para situar a entre 30 y 60 presos de Guantánamo que podrían no ser aprobados para transferencias, sin recomendar ninguna en particular.
Esas 13 localizaciones incluyen prisiones ya existentes en estados como Colorado, Kansas o Carolina del Sur, así como la construcción de nuevas instalaciones en algunas bases militares del país.
Ese punto es precisamente el más complicado a la hora de cumplir los plazos de cerrar Guantánamo, ya que la construcción y acondicionamiento puede llevar años y porque las transferencias a territorio estadounidense necesitan un acuerdo del Congreso, dominado por la oposición republicana.
"Queremos escuchar la opinión del Congreso en asuntos como las localizaciones de las instalaciones tanto si es en propiedad de Defensa como si no, o si tienen alguna preferencia", indicó Cook.
El senador republicano John McCain, presidente del Comité de Servicios Armados, dijo hoy que debatirán la propuesta de Obama, tachó de "un menú vago de opciones que no es creíble para cerrar Guantánamo y que no es coherente con propuestas para lidiar con futuros detenidos de terrorismo".
"El presidente aún debe detallar dónde se internarán los actuales y futuros detenidos, incluidos aquellos que se determine que son demasiado peligrosos para ser puestos en libertad", añadió McCain.