Corea del Norte aseguró que la reciente puesta en órbita de su satélite espacial costó 1.500 millones de dólares (1.360 millones de euros) y negó haber usado fondos procedentes del complejo industrial conjunto de Kaesong clausurado por Corea del Sur.
Se trata de la primera vez que el régimen de los Kim aporta una cifra concreta sobre el coste de su polémico proyecto espacial, que según la comunidad internacional oculta un programa de desarrollo de misiles de largo alcance.
El Consejo de Cooperación Económica norcoreano, en un comunicado divulgado hoy por la web estatal de propaganda Uriminzokkiri, aportó esta información para responder a las recientes acusaciones del Gobierno surcoreano.
Seúl había asegurado que Pyongyang utilizaba fondos procedentes del complejo conjunto de Kaesong, el último proyecto económico que permanecía vigente entre ambas Coreas, para desarrollar tecnología de armas nucleares y cohetes de largo alcance como el que puso en órbita el satélite.
"Si se tiene en cuenta que el salario pagado a los trabajadores de Corea del Norte era de unos 100 dólares al mes, es un bulo afirmar que hemos utilizado el dinero para el desarrollo del cohete", argumentó el Consejo norcoreano en el comunicado.
El pasado 10 de febrero Corea del Sur cerró unilateralmente Kaesong, donde 124 empresas surcoreanas fabricaban productos con la mano de obra barata de unos 54.000 trabajadores norcoreanos, en represalia por la supuesta prueba de misiles del Norte.
Seúl argumentó que gran parte de los aproximadamente 100 millones de dólares (91 millones de euros) al año en concepto de salarios iba a parar al régimen de Kim Jong-un y en último término servía para financiar sus programas nuclear y de misiles.
"Nuestra primera prueba nuclear subterránea se realizó en octubre de 2006, y el primer producto del Complejo Industrial de Kaesong se fabricó en diciembre de 2006", expuso el órgano estatal norcoreano en el comunicado.
Corea del Norte se encuentra en este momento bajo una gran presión, ya que tanto Corea del Sur como EE.UU. y Japón le han aplicado nuevas sanciones económicas tras las pruebas nuclear en enero y de misiles en febrero, mientras el Consejo de Seguridad de la ONU endurecerá sus medidas punitivas próximamente con una nueva resolución.